La interrupción masiva de Amazon Web Services (AWS) el 20 de octubre de 2025 ha desatado una serie de fallos en aplicaciones, juegos y servicios digitales en España y otros países, afectando a millones de usuarios que han reportado errores de conexión y bloqueos. Esta caída se inició alrededor de las 8:30 de la mañana, cuando comenzaron a fallar simultáneamente plataformas populares como Snapchat, Roblox y Clash Royale.
La situación se complicó rápidamente, extendiéndose a bancos como BBVA, Santander y CaixaBank, así como a plataformas de pago como Visa. Además, servicios de streaming como Prime Video y Amazon Music también se vieron gravemente afectados. La causa principal de esta interrupción fue identificada en la propia infraestructura de AWS, lo que evidencia la dependencia global de sus servidores.
Impacto en el sector del entretenimiento y más allá
La caída de AWS no solo provocó problemas en el ámbito financiero, sino que también afectó gravemente a la industria del entretenimiento. Títulos de videojuegos como Fortnite, Rocket League y Pokémon Go experimentaron interrupciones. Además, plataformas de educación como Duolingo y servicios de entretenimiento como Wordle también reportaron fallos. La situación se extendió incluso a servicios gubernamentales y financieros, como Coinbase y la agencia tributaria británica HMRC.
Las consecuencias de esta interrupción se sintieron en el ámbito de las telecomunicaciones, donde plataformas como PlayStation Network (PSN), Xbox Cloud Gaming y Steam registraron problemas de acceso. A su vez, Vodafone notificó incidencias en algunos de sus servicios online.
Una advertencia sobre la fragilidad del ecosistema digital
A pesar de que Amazon aseguró que sus ingenieros trabajaron «con la máxima prioridad» para restablecer los sistemas, este incidente ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad del ecosistema digital ante caídas de proveedores de gran magnitud. La dependencia de infraestructuras en la nube se ha convertido en un tema crítico para la industria tecnológica, revelando la fragilidad de los servicios cuando estas plataformas enfrentan interrupciones técnicas.
El episodio ha generado un debate sobre la resiliencia de los sistemas digitales y la necesidad de diversificar las fuentes de servicios en la nube, para evitar que una única caída pueda causar estragos en múltiples sectores. La industria tecnológica debe considerar estas lecciones para fortalecer la infraestructura digital y minimizar el impacto de futuras interrupciones.