La actividad de las fábricas en China volvió a decepcionar a los mercados en noviembre, marcando un nuevo descenso en la producción manufacturera. Según una encuesta privada publicada el lunes, el PMI general de manufactura, elaborado por RatingDog y S&P Global, cayó a 49,9, por debajo de lo que los analistas esperaban, que era un nivel de 50,5. Este indicador es crucial, ya que un dato superior a 50 indica expansión, mientras que uno inferior señala contracción.
En el contexto de una economía que sigue enfrentando una débil demanda interna, esta caída se suma a la tendencia negativa observada en los últimos meses. El PMI manufacturero oficial, divulgado el domingo, se situó en 49,2, lo que representa la caída de la actividad fabril por octavo mes consecutivo. Aunque mostró una leve mejora respecto al 49,0 del mes anterior, la situación sigue siendo insostenible.
La encuesta privada, que incluye a 650 fabricantes y se recopila en la segunda mitad de cada mes, refleja un panorama más optimista que el oficial. Sin embargo, el retroceso en el PMI es significativo, dado que anteriormente había estado en 51,2 en septiembre y 50,6 en octubre. “El crecimiento de la producción manufacturera se detuvo, ya que los nuevos pedidos casi se estancaron en noviembre”, indicaron S&P Global y RatingDog en su comunicado.
A pesar de esta situación, los nuevos pedidos de exportación experimentaron su mayor ritmo de expansión en ocho meses. Yao Yu, fundador de RatingDog, prevé una “expansión débil” de la actividad fabril en diciembre, mientras las autoridades mantienen como objetivo un crecimiento anual de “alrededor de 5%”.
La situación no mejora en el sector no manufacturero. El PMI correspondiente, que abarca construcción y servicios, cayó a 49,5 en noviembre, marcando la primera contracción desde diciembre de 2022. Este descenso ha sido impulsado por la debilidad en el sector inmobiliario y los servicios residenciales, lo que sugiere un enfriamiento significativo en la economía.
Los indicadores económicos recientes muestran una tendencia preocupante. La inversión en activos fijos disminuyó 1,7% en los primeros diez meses del año, y en octubre, la caída fue aún más pronunciada, con un descenso del 11,4% en comparación con el mismo mes del año anterior, el peor registro desde principios de 2020. La inversión en propiedades también se vio gravemente afectada, con una caída del 14,7% en los primeros diez meses del año.
En cuanto a la producción industrial, creció un modesto 4,9% en octubre en comparación con el año anterior, mientras que las ventas minoristas solo avanzaron un 2,9%, acumulando cinco meses consecutivos de desaceleración. Ambos datos son los más débiles desde agosto de 2024, según la empresa LSEG. Las exportaciones, por su parte, también sorprendieron negativamente, cayendo 1,1% interanual en octubre, lo que marca el primer retroceso en casi dos años.
El crecimiento económico de China podría desacelerarse por debajo del 4,5% en el cuarto trimestre, en comparación con el 4,8% registrado en el tercero, según consideraciones de Tommy Xie, director gerente y jefe de análisis macro para Asia en OCBC Bank. Xie advirtió que las próximas reuniones del Politburó y de la Conferencia Central de Trabajo Económico serán fundamentales para delinear las prioridades de política económica del próximo año.
En el ámbito internacional, las tensiones comerciales con Estados Unidos han mostrado signos de relajación tras una tregua temporal alcanzada luego del encuentro entre el presidente Donald Trump y el líder chino Xi Jinping a finales de octubre. Washington ha acordado revertir varios aranceles a las exportaciones chinas, mientras que Pekín ha prometido reforzar la lucha contra el tráfico ilícito de fentanilo y retomar las compras de soja estadounidense.
A pesar de estos movimientos, economistas de Bank of America advierten que una recuperación sólida de la demanda no será fácil. El consumo interno y la inversión siguen bajo presión, y el estímulo fiscal para infraestructura aún no ha mostrado sus efectos. El banco también prevé que los riesgos de deflación persistan el próximo año, ya que “la demanda agregada probablemente seguirá débil por más tiempo”.
A nivel bursátil, el índice CSI 300 de China continental subió 0,36% el lunes, mientras que el Hang Seng de Hong Kong avanzó 0,74%. El yuan offshore se negociaba a 7,0711 frente al dólar, reflejando la incertidumbre en los mercados.
