El mundo del tenis ha sido sacudido por la sorprendente decisión de Jannik Sinner de reincorporar a Umberto Ferrara como su preparador físico, meses después de haberlo separado de su equipo debido a su supuesta vinculación en un caso de dopaje. Este escándalo, que dejó a Sinner fuera del circuito durante tres meses en 2025, ha generado diversas reacciones en el ámbito profesional. La noticia fue comunicada por el propio equipo del jugador y ha reavivado la controversia en torno a la situación previa.
Umberto Ferrara, un médico y preparador físico con una trayectoria destacada, había sido señalado como responsable indirecto del positivo por clostebol de Sinner, tras el uso de una pomada recomendada por Giacomo Naldi, fisioterapeuta del tenista en aquel momento. La sustancia prohibida, aplicada para tratar una herida, condujo a Sinner a afrontar una suspensión temporal y a la ruptura profesional con ambos miembros de su equipo.
Un regreso sorprendente y lleno de confianza
A pesar de la controversia, el tenista originario de San Candido ha decidido pasar página y apostar por la continuidad, un valor fundamental en su meteórico ascenso al número uno del ranking mundial. Según el comunicado oficial emitido por su equipo, «Umberto ha desempeñado un papel importante en el desarrollo de Jannik hasta la fecha y su regreso refleja un enfoque renovado en la continuidad y el rendimiento al más alto nivel».
La noticia, adelantada por La Gazzetta dello Sport, ha sorprendido al entorno del tenis profesional, dado que Ferrara fue despedido en medio del escándalo. Sin embargo, con el tiempo, las narrativas sobre lo ocurrido han empezado a matizarse. Aunque Ferrara recomendó la pomada que contenía la sustancia prohibida, la responsabilidad directa parece haber recaído en Naldi, quien la aplicó sin tomar las precauciones necesarias.
La importancia de la lealtad en el equipo de Sinner
Sinner, conocido por ser exigente y reservado con su entorno, ha optado por perdonar a Ferrara, priorizando un criterio fundamental: la confianza. Fuentes cercanas al jugador han destacado que «Jannik quiere rodearse de personas leales que le conozcan a fondo y que no filtren información, y Umberto cumplía con todos esos requisitos».
Durante su tiempo fuera del equipo de Sinner, Ferrara colaboró brevemente con Matteo Berrettini, aunque esta relación profesional no prosperó. Tras los decepcionantes pasos de Marco Panichi y Giovanni Badio como preparadores físicos del actual número uno, el retorno de Ferrara ha sido considerablemente más sencillo.
Con la mirada puesta en la próxima temporada, Sinner buscará la triple corona en Estados Unidos, ahora respaldado por un equipo que, a pesar de las controversias pasadas, ha decidido darle otra oportunidad a su preparador físico. Este regreso no solo marca un nuevo capítulo en la carrera de Sinner, sino que también plantea interrogantes sobre la capacidad de recuperación y la lealtad dentro del competitivo mundo del tenis.
