El fabricante alemán Porsche ha presentado una audaz transformación de su modelo más exitoso, el Cayenne, convirtiéndolo en un vehículo totalmente eléctrico y el más potente de su historia. Este nuevo modelo, lanzado en una coyuntura económica crítica para la marca, busca revitalizar su línea de SUV en un mercado que cada vez muestra mayor preferencia por la electrificación.
Un legado que se renueva
Desde su lanzamiento en 2002, el Cayenne ha sido un pilar fundamental en la historia de Porsche, sacando a la compañía de una crisis significativa. Ahora, en un momento de desafío similar, la marca de Stuttgart reinventa su modelo más lucrativo. Este nuevo Cayenne no solo es eléctrico, sino que alcanza cifras de potencia sobresalientes. En modo «launch control», el modelo Turbo, por ejemplo, acelera de 0 a 100 km/h en apenas 2,5 segundos, cifras que rivalizan con las de los coches de Fórmula 1.
La transición a la electrificación se presenta como un paso lógico, especialmente tras el creciente éxito del Macan, que ha superado en ventas al Cayenne tradicional. En los primeros seis meses de 2025, Porsche entregó un total de 45.137 unidades del Macan, de las cuales 25.884 eran versiones totalmente eléctricas, un claro indicativo de la tendencia hacia vehículos más sostenibles.
Diseño y tecnología de vanguardia
El nuevo Cayenne eléctrico, aunque mantiene su silueta distintiva, introduce numerosos cambios en su diseño. Con una longitud de 4,99 metros y un coeficiente CX de 0,245, este SUV se posiciona entre los más aerodinámicos del segmento. Las llantas pueden alcanzar hasta 22 pulgadas, y su diseño robusto y dominante asegura una presencia imponente en la carretera.
En el interior, el Cayenne eléctrico combina lujo y tecnología. Con puertas sin marco y un ambiente que mezcla sofisticación tecnológica con toques clásicos, el conductor se siente en un espacio que recuerda más a un 911 que a un SUV convencional. Las opciones incluyen un interior libre de materiales de origen animal, alineando la marca con las expectativas éticas actuales.
Además, el modelo cuenta con una impresionante lista de equipamiento tecnológico, que incluye suspensión neumática, dirección en el eje trasero y múltiples opciones de carga. La carga rápida en corriente continua permite recargar del 8 al 80 % en menos de 15 minutos, una característica que promete cambiar la experiencia del usuario.
Sin embargo, la autonomía WLTP se sitúa en torno a los 640 kilómetros para la versión de acceso, con el modelo Turbo ofreciendo cifras algo inferiores debido a su mayor demanda de energía. A pesar de esto, la cifra resulta atractiva para un SUV de estas dimensiones y prestaciones.
El nuevo Cayenne eléctrico estará disponible a un precio base que supera los 100.000 euros, mientras que la versión Turbo comenzará en 165.000 euros. Aunque estas cifras son elevadas, la diferencia con respecto a la versión de combustión no es tan escandalosa, lo que sugiere que el mercado podría adaptarse rápidamente a esta nueva oferta.
Porsche ha demostrado, una vez más, su capacidad para innovar sin sacrificar el espíritu de sus modelos. El nuevo Cayenne eléctrico no solo representa un cambio en su línea de productos, sino que también reafirma el compromiso de la marca con la electrificación y el rendimiento. Aunque el rugido de su motor térmico haya desaparecido, el Cayenne eléctrico sigue manteniendo la esencia de lo que significa ser un Porsche.
