El Hospital General Universitario Gregorio Marañón ha llevado a cabo el primer cateterismo linfático pediátrico en España, un procedimiento que ha permitido evitar la necesidad de un trasplante de corazón en una niña con cardiopatía congénita. Esta intervención, que se prolongó durante 12 horas, involucró a más de una treintena de especialistas, incluyendo la colaboración del reconocido cardiólogo pediátrico estadounidense Sanjay Sinha.
La paciente, que nació con una malformación cardíaca que le dejaba solo un ventrículo operativo, había sido sometida previamente a la cirugía de Fontan. Este procedimiento redirige el flujo sanguíneo hacia los pulmones y el cuerpo, pero puede incrementar la presión venosa, provocando la fuga de linfa hacia los pulmones o el abdomen. En este caso particular, la menor sufría un grave problema de acumulación de linfa en los pulmones, lo que le causaba pérdida de proteínas y defensas, además de una obstrucción de las vías respiratorias.
Un equipo multidisciplinario para un caso complejo
El equipo médico que abordó el caso utilizó un proceso en tres etapas, integrando a profesionales de diversas especialidades: radiólogos pediátricos, radiólogos intervencionistas vasculares, cardiólogos infantiles intervencionistas, anestesiólogos pediátricos, cirujanos pediátricos, así como personal de UCI y Cardiología Pediátrica. Este enfoque multidisciplinario fue esencial para el éxito de la intervención, que se enmarca dentro del compromiso del Gregorio Marañón como centro nacional de referencia para las cardiopatías congénitas en pacientes pediátricos.
La intervención también contó con el asesoramiento presencial de Sanjay Sinha, director del Programa de Intervencionismo Linfático en Cardiopatías Congénitas del UCLA Mattel Children’s Hospital, quien es considerado uno de los pocos especialistas en esta técnica a nivel mundial.
Avances en el diagnóstico y tratamiento
Según José Luis Zunzunegui, jefe de la Sección de Cardiología Infantil Intervencionista del hospital, este tipo de procedimientos permitirá diagnosticar problemas relacionados con la circulación linfática antes de realizar cirugías cardíacas, lo que puede ayudar a anticipar complicaciones. Por su parte, Manuela Camino, responsable de Trasplante Cardíaco Infantil, subrayó que este nuevo abordaje facilita la adaptación de la cirugía para no alterar la circulación linfática, mejorando de este modo los resultados para los pacientes.
Este hito en la cardiología pediátrica no solo representa un avance significativo en el tratamiento de cardiopatías congénitas, sino que también establece un nuevo estándar para la atención médica en España, reafirmando la importancia del trabajo en equipo y la innovación en el ámbito de la salud infantil.