La Comisión Europea ha decidido tomar medidas ante la crisis del automóvil asequible en Europa, donde las clases medias se ven cada vez más estranguladas por el encarecimiento de los vehículos. Este fenómeno ha llevado a que muchos modelos, que antes eran accesibles, se conviertan en un lujo inalcanzable. La industria automovilística apunta a las restrictivas regulaciones europeas como una de las principales causas de esta situación.
En la actualidad, algunas de las marcas más prestigiosas del mundo automovilístico se encuentran en Europa, pero irónicamente, muchos de sus modelos están prohibidos en su propio mercado. Por ejemplo, el Porsche Macan, un modelo de combustión muy popular en mercados como el Reino Unido o Estados Unidos, no puede ser vendido en Europa, donde sólo se permite la versión eléctrica. Este panorama contribuye a un envejecimiento del parque automovilístico, con una edad media de vehículos en España que se acerca a los 15 años.
La normativa Euro 7 y su impacto en el mercado
Los coches asequibles han desaparecido, en gran parte, por las normativas que obligan a los fabricantes a incluir numerosos dispositivos de seguridad y tecnología que encarecen los precios. Según François Provost, presidente del Grupo Renault, «los ingenieros podrían dedicarse a mejorar los coches y reducir costes, pero con 107 nuevas normas previstas hasta 2030, se ven obligados a rehacer vehículos cada año para cumplir regulaciones». Provost aboga por una pausa regulatoria de 10 a 15 años que beneficiaría más a la industria que cualquier incentivo gubernamental.
En este contexto, la Comisión Europea está desarrollando una nueva categoría de vehículos eléctricos, los E-Cars, que tendrán menores exigencias en sistemas de seguridad y ayudas a la conducción. La propuesta busca reducir costes y hacer que los precios de los vehículos se sitúen entre 15 000 y 20 000 euros, un rango más accesible para la mayoría de los consumidores. Para ello, se contempla un límite de longitud cercana a los 4,1 metros y emisiones de producción inferiores a 15 toneladas de CO2.
Comparativa con los Kei Cars japoneses
Inspirados por el éxito de los Kei Cars en Japón, los E-Cars buscan adaptar esta fórmula a Europa, donde la mentalidad del consumidor y las normativas son diferentes. En Japón, los coches pequeños son valorados por su funcionalidad, mientras que en Europa, modelos del segmento A, como el Volkswagen Up! o el Seat Mii, están desapareciendo del mercado. Este año, se prevé que los coches de este segmento cedan más del 10% de su cuota de mercado.
Para revertir esta tendencia, será fundamental cambiar la mentalidad de los compradores, implementar ajustes fiscales y diseñar nuevas regulaciones que favorezcan la producción de vehículos asequibles. Se sugiere, por ejemplo, facilitar el acceso a zonas de bajas emisiones, reducir peajes o ajustar las pólizas de seguro.
El precio continúa siendo la barrera principal. A pesar de incentivos como el Plan MOVES, la gestión compleja y la devolución posterior desincentivan su uso. Según datos de ACEA, la cuota de matriculaciones eléctricas e híbridas enchufables en Europa es del 25,1%, mientras que España se sitúa por debajo del 19%. Provost destaca que la propuesta de Bruselas debería centrarse en lo que la gente puede permitirse, no solo en la reducción de emisiones.
La Comisión Europea ha tomado nota de estas preocupaciones y ha presentado un plan de acción que incluye una inversión de 1 800 millones de euros para asegurar la cadena de suministro de baterías y otros 1 000 millones de euros para tecnologías estratégicas como la conducción autónoma. Este sector representa el 7% del PIB europeo y emplea a más de 14 millones de personas, lo que subraya la importancia de su sostenibilidad.
Además, el plan contempla cierta flexibilidad en los objetivos de emisiones, permitiendo a los fabricantes promediar su rendimiento entre 2025 y 2027. Esta pausa técnica no supone renunciar a los objetivos de 2035, pero sí ofrece un respiro a la industria automovilística en un momento crítico.
La fecha clave para el futuro de los E-Cars será el 10 de diciembre de 2025, cuando la Comisión debatirá la iniciativa de «Coches Pequeños y Asequibles». La aprobación de esta propuesta será determinante para que los E-Cars se conviertan en una realidad en el mercado europeo. Aunque fabricantes como Stellantis y Renault ya han presentado sus propuestas, el éxito dependerá de cómo se gestione la tensión entre la normativa y la viabilidad económica.
La paradoja del coche eléctrico en Europa es clara: antes, un coche pequeño era sinónimo de un coche asequible, y ahora se ha convertido en un lujo. La Unión Europea tiene la oportunidad de revertir esta situación, siempre que se legisle teniendo en cuenta las necesidades del conductor, no solo desde un enfoque burocrático.
