En un innovador experimento, la localidad de Bowling Green, la tercera ciudad más grande de Kentucky, ha logrado involucrar a casi 8.000 residentes en un proceso de consulta sobre el futuro de su comunidad, gracias al uso de la inteligencia artificial. Este proyecto, que se llevó a cabo durante un mes, buscó recabar opiniones sobre cambios de políticas que se desean implementar hasta el año 2050.
Los funcionarios del condado de Warren se enfrentaban a un desafío importante: las reuniones tradicionales en los ayuntamientos suelen atraer a un número limitado de ciudadanos, quienes a menudo expresan opiniones que no reflejan la diversidad de la población. Con el fin de superar estos obstáculos, decidieron utilizar la tecnología de la IA para facilitar un diálogo más amplio y representativo.
El proceso de consulta y sus resultados
El condado, en colaboración con una firma local de estrategias, lanzó un sitio web en febrero donde los residentes podían expresar ideas de manera anónima. Utilizando la plataforma Pol.is, conocida globalmente por fomentar la participación ciudadana, la encuesta ofrecía una consigna abierta que preguntaba a los ciudadanos qué deseaban ver en su comunidad durante los próximos 25 años. Durante los 33 días en que estuvo disponible, la encuesta recibió más de un millón de interacciones, generando alrededor de 4.000 ideas que abarcaban desde la creación de nuevos museos hasta la mejora de espacios verdes.
Las respuestas obtenidas fueron analizadas mediante Sensemaker, una herramienta de IA desarrollada por Jigsaw, que permite categorizar y sintetizar grandes volúmenes de datos. Esta herramienta identificó 2.370 ideas en las que al menos el 80% de los participantes estaban de acuerdo, destacando propuestas como el aumento de especialistas en salud para reducir la necesidad de desplazamientos a Nashville y la revitalización de locales vacíos.
La naturaleza anónima de la encuesta facilitó la inclusión de voces que normalmente no se escuchan en los foros políticos, como aquellos que no participan activamente en la política local. El formato multilingüe también fue un acierto, permitiendo que inmigrantes como Daniel Tarnagda, fundador de una organización sin fines de lucro para jóvenes inmigrantes, pudieran participar sin barreras lingüísticas.
Implicaciones y preocupaciones sobre el uso de IA
Este experimento no solo ha demostrado ser efectivo para recabar opiniones, sino que también ha suscitado un debate sobre el uso de la inteligencia artificial en la gobernanza local. Según Doug Gorman, juez ejecutivo del condado de Warren, el enfoque utilizado en Bowling Green podría revolucionar la forma en que se realizan consultas ciudadanas. “Si convocase a una reunión presencial sobre estos temas, los asistentes habrían sido 23”, comentó en una entrevista.
Sin embargo, la implementación de la IA en procesos tan sensibles también plantea preocupaciones sobre la privacidad y el sesgo. Aunque el sitio web de la encuesta aseguraba que no se almacenaron datos demográficos ni información personal, la posibilidad de que futuras aplicaciones puedan no seguir estas pautas genera inquietud. La inteligencia artificial ha sido objeto de críticas por su potencial para clasificar a las personas basándose en sus creencias políticas, lo que podría amenazar la confianza en este tipo de iniciativas.
A pesar de estas preocupaciones, el experimento de Bowling Green se presenta como un modelo a seguir para otras localidades en la búsqueda de una mayor participación ciudadana. La capacidad de la IA para facilitar diálogos inclusivos podría ser un paso significativo hacia la superación de la polarización política, proporcionando un espacio donde los ciudadanos puedan encontrar puntos en común en lugar de dividirse por diferencias ideológicas.
La colaboración entre Jigsaw y el Napolitan Institute, anunciada recientemente, busca seguir explorando el uso de la IA para entender mejor la opinión pública en Estados Unidos, marcando un nuevo capítulo en la interacción entre tecnología y democracia.
