Un avance biotecnológico en la obtención de xantommatina, un pigmento esencial para el camuflaje de los pulpos, puede revolucionar la creación de protectores solares. Este desarrollo, impulsado por investigadores de la Universidad de Stanford, promete cantidades significativas de este material, que despierta el interés de la industria cosmética y de los materiales sostenibles.
La investigación, publicada en la revista Nature Biotechnology, muestra que el nuevo método permite generar hasta mil veces más xantommatina que los procesos tradicionales. Históricamente, la obtención de este pigmento había estado limitada por la baja eficiencia de su aislamiento y los complicados métodos de síntesis. Sin embargo, el equipo de investigación ha recurrido a una innovadora estrategia basada en la ingeniería genética que supera estas limitaciones.
Producción sostenible y escalable
La autora principal del estudio, Leah Bushin, destaca que la clave del éxito radica en diseñar una bacteria que solo puede sobrevivir si produce xantommatina y ácido fórmico. Bushin explica que “básicamente, encontramos una manera de engañar a las bacterias para que generaran más cantidad del material que necesitábamos”. Este avance establece un circuito metabólico que permite la producción continua del pigmento, garantizando así un rendimiento elevado y sostenido.
Este enfoque innovador no solo evita la resistencia natural de los microbios a fabricar sustancias ajenas, sino que también convierte la producción del pigmento en un proceso autosuficiente y escalable. La investigación demuestra cómo integrar la supervivencia del microorganismo en la síntesis del compuesto maximiza la eficiencia del sistema, abriendo nuevas vías para generar materiales inspirados en funciones biológicas complejas.
Impacto en la industria cosmética
El especialista en química marina Bradley Moore, de la Universidad de California San Diego, resalta la importancia de disponer de grandes cantidades de este material. Según Moore, “la disponibilidad de grandes cantidades de un material tan escaso nos permite explorar sus propiedades”, lo que facilitaría su análisis en aplicaciones cosméticas, sensoriales y pigmentarias.
El equipo de investigación ha iniciado conversaciones con una empresa dedicada al desarrollo de productos cosméticos para evaluar futuros usos del pigmento xantommatina. Además, la técnica desarrollada podría adaptarse a otros compuestos naturales con interés industrial y ambiental, ofreciendo una alternativa a los materiales derivados de combustibles fósiles y reforzando la transición hacia procesos más sostenibles.
La capacidad de replicar este método con otros pigmentos abre un abanico de oportunidades para la innovación en el campo de la biotecnología y la cosmética, marcando un paso significativo hacia un futuro más sostenible. La posibilidad de utilizar recursos biológicos para crear productos que antes dependían de materiales no renovables representa una evolución en la forma en que se desarrollan los productos de uso cotidiano.
