Soledad Pifarré Solanas, vecina de la localidad zaragozana de La Muela, se ha convertido en el centro de atención por su bronceado, aunque ella no lo percibe de la misma manera. A menudo escucha frases como: «¡Pero qué morena estás! Ya nos dirás qué cremas usas», lo que la lleva a pensar que la percepción de los demás es exagerada, ya que considera que muchos lucen un moreno más espectacular y brillante que el suyo.
A pesar de los cumplidos que recibe, Pifarré, que ha trabajado como auxiliar de farmacia durante varias décadas, responde con modestia. «No me veo ni las marcas del bañador», afirma, reflejando una visión personal sobre su apariencia. Para ella, el cuidado de la piel es primordial, y por eso recomienda el uso de un protector solar de al menos factor 50, destacando la importancia de protegerse del sol en todo momento.
La importancia del cuidado solar
En un mundo donde el bronceado se asocia a menudo con la belleza y la salud, Pifarré se alza como un ejemplo de sensatez. Su experiencia en el ámbito farmacéutico le ha permitido adquirir un conocimiento profundo sobre los efectos del sol en la piel. «Hay que cuidar mucho la piel», sostiene, sugiriendo que la clave para un bronceado saludable radica en la protección adecuada y no en la exposición prolongada al sol.
Esta perspectiva es especialmente relevante en un momento en que el cuidado de la piel está en el punto de mira, y las cifras sobre el cáncer de piel continúan aumentando. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, el melanoma es uno de los tipos de cáncer más comunes en Europa, lo que subraya la necesidad de una mayor conciencia sobre la protección solar.
Un enfoque personal y realista
La historia de Soledad no solo resalta la importancia del cuidado de la piel, sino que también invita a reflexionar sobre cómo la percepción de la belleza puede variar de una persona a otra. Mientras que muchos se ven influenciados por estándares de belleza impuestos, Pifarré mantiene una visión realista y auténtica de sí misma. «La gente dice que estoy muy morena, pero yo no lo siento así», concluye, reafirmando su autenticidad y el valor de sentirse bien en la propia piel.
