La ministra de Sanidad, Mónica García, ha anunciado la intención de recuperar el uso obligatorio de mascarillas en hospitales debido al repunte de casos de gripe. Este protocolo, que se presentará el próximo 3 de diciembre, también incluye otras medidas destinadas a proteger la salud pública ante la creciente incidencia de virus respiratorios.
Durante la rueda de prensa posterior al Consejo Interterritorial, García manifestó su confianza en que las distintas comunidades autónomas apoyen esta medida, a pesar de las reticencias manifestadas el año anterior por algunos consejeros del Partido Popular. «No van a anteponer sus intereses políticos por encima de la salud de la población», subrayó la ministra.
Medidas específicas del protocolo
El protocolo, que en esencia se asemeja al que se aplicó en la temporada pasada, ha sido ajustado con pequeñas modificaciones a petición de las comunidades. Se contempla un endurecimiento gradual en el uso de mascarillas en espacios sanitarios y sociosanitarios, que pasará de ser una recomendación a una obligación en situaciones de máximo riesgo. «El que tenga síntomas de catarro se debería poner, de manera responsable, una mascarilla», indicó Mónica García.
La ministra también aclaró que la obligatoriedad del uso de mascarilla dependerá de la situación epidemiológica de cada comunidad, lo que permitirá una adaptación flexible del protocolo. Así, en caso de que se declare un escenario de máximo riesgo, el uso de mascarilla será indispensable en centros de salud, hospitales y residencias de mayores.
Contexto epidemiológico y previsiones
El Ministerio de Sanidad considera que es crucial establecer este plan común antes de que la curva de la gripe, que ya ha entrado en fase epidémica, siga ascendiendo y provoque el colapso del sistema sanitario. Este año, la temporada gripal se ha adelantado y parece ser más intensa que en años anteriores. «Es urgente y es importante que trabajemos juntos para minimizar los efectos», enfatizó García.
A pesar de los esfuerzos, la ministra reconoció que «los hospitales nunca están preparados» para el incremento de contagios. La experiencia adquirida durante la pandemia ha demostrado que la falta de acción anticipada puede llevar a situaciones críticas. «Cuanto antes actuemos y pongamos las medidas de contención, menor será el número de ingresos y la saturación del sistema sanitario», concluyó la ministra.
