Las olas de calor, que se han intensificado en los últimos años, están teniendo un efecto devastador en la salud mental de la población, según el psicólogo clínico Ricardo Hodann. Este fenómeno meteorológico no solo provoca un aumento en la temperatura ambiental, sino que también se ha asociado con un incremento en las conductas suicidas.
Durante el verano, muchas personas asocian esta temporada con momentos de alegría, como días de playa, verbenas y cenas con amigos. Sin embargo, las altas temperaturas pueden convertirse en un enemigo silencioso que afecta tanto la salud física como la mental. Los médicos advierten sobre el aumento en las visitas a urgencias por problemas relacionados con el calor, tales como deshidratación, desmayos y delirios mentales.
Impacto de las olas de calor en la salud mental
El calor extremo no solo afecta el cuerpo, sino que también puede desencadenar episodios de ansiedad y depresión. Según Hodann, el estrés térmico puede llevar a un aumento en la irritabilidad y la agresividad, así como a un deterioro en el estado de ánimo general. Esto se traduce en un mayor riesgo de conductas suicidas, especialmente en personas que ya padecen trastornos mentales.
Los expertos subrayan la importancia de prestar atención a los síntomas psicológicos que pueden emerger durante estas olas de calor. La combinación de altas temperaturas y un ambiente social que no siempre permite el descanso necesario puede ser un cóctel peligroso para la salud mental.
Recomendaciones para mitigar el riesgo
Hodann recomienda a la población ser consciente de los efectos del calor en su estado emocional. Mantenerse hidratado, buscar espacios frescos y evitar actividades extenuantes durante las horas más calurosas son algunas de las medidas que se deben tomar. Además, es fundamental mantener una red de apoyo social que permita compartir inquietudes y sentimientos en momentos de calor extremo.
La salud mental es un aspecto que muchas veces se pasa por alto en la discusión sobre los efectos del clima. Sin embargo, es crucial considerar cómo las condiciones ambientales pueden influir en nuestro bienestar psicológico, especialmente en un contexto donde las olas de calor son cada vez más frecuentes y extremas.
