El consumo de zumo de cerezas, especialmente de la variedad Montmorency, ha cobrado protagonismo entre los deportistas profesionales debido a sus beneficios comprobados para el rendimiento físico y la salud metabólica. Recientes investigaciones han demostrado que esta fruta no solo mejora el rendimiento en deportes de resistencia, sino que también puede tener efectos positivos en personas con síndrome metabólico, una condición que afecta a más del 30% de la población adulta.
Investigaciones científicas respaldan el uso del zumo de cerezas
Un meta-análisis publicado en el Journal of the American College of Nutrition ha revelado que el consumo regular de concentrado de cereza a ácida tiene un impacto positivo en el rendimiento deportivo. Este análisis incluyó 10 estudios previos que evaluaron el efecto del zumo en ciclistas, corredores, nadadores y triatletas, con un total de 147 participantes. Los resultados mostraron mejoras significativas en el tiempo hasta el agotamiento y en las carreras contrarreloj.
Philip Chilibeck, uno de los autores del estudio, señala: «Aunque ya se conocían los beneficios del concentrado de cereza para la recuperación muscular, esta investigación ofrece una base sólida sobre su efecto en la mejora del rendimiento físico, probablemente asociado a las antocianinas, los pigmentos naturales con potente efecto antioxidante que dan color a estas cerezas».
Mejor momento para consumir zumo de cerezas
Las mejoras en el rendimiento se observaron cuando el concentrado de cereza se consumió entre siete días y 1,5 horas antes del ejercicio físico. Aunque solo dos de los estudios mostraron mejoras estadísticamente significativas de manera aislada, los resultados combinados indicaron un efecto claro y positivo. Es interesante destacar que los beneficios fueron más pronunciados en deportistas con un nivel de entrenamiento elevado.
Sin embargo, no se encontró una relación clara entre la dosis de zumo y la mejora en el rendimiento, lo que sugiere la necesidad de más investigaciones para determinar la cantidad óptima de cerezas que se debería consumir para obtener estos beneficios.
Impacto en la salud metabólica
Además de sus efectos en el rendimiento deportivo, el zumo de cerezas Montmorency podría ser relevante en el ámbito de la salud metabólica. Un estudio piloto publicado en el Journal of Functional Foods reveló que el consumo de este zumo concentrado puede ayudar a reducir la presión arterial sistólica y los niveles de insulina en sangre en personas con síndrome metabólico. Este síndrome implica factores de riesgo como obesidad abdominal, hipertensión y resistencia a la insulina.
El estudio involucró a 11 adultos de entre 37 y 61 años que cumplían al menos tres de los cinco criterios diagnósticos del síndrome metabólico. Durante seis semanas, los participantes recibieron distintos tratamientos: jugo de cereza, cápsulas equivalentes en antocianinas y un placebo. Las mediciones mostraron una reducción significativa de la presión arterial y los niveles de insulina tras el consumo del zumo en comparación con el placebo.
Curiosamente, aunque se pensó que las cápsulas podrían ser más eficaces debido a su mayor biodisponibilidad, los resultados mostraron que tanto el zumo como las cápsulas ofrecían beneficios similares, lo que refuerza la idea de que la cereza Montmorency puede ser un complemento útil en una dieta saludable.
Las altas concentraciones de antocianinas, polifenoles, fibra y otros micronutrientes en las cerezas a ácidas Montmorency las convierten en una fruta funcional con potencial clínico. A pesar de las limitaciones actuales de los estudios, como el tamaño reducido de las muestras, los resultados son prometedores. A medida que se realicen más investigaciones, es probable que este pequeño fruto rojo se consolide como una pieza clave en estrategias nutricionales para la salud y el deporte.
