La Unidad Militar de Emergencias (UME) ha comenzado su despliegue en Cataluña para apoyar el control del brote de peste porcina africana que afecta a jabalíes en el entorno del parque de Collserola. Según el consejero de Agricultura, Ganadería y Alimentación, Óscar Ordeig, aproximadamente 80 efectivos han llegado a Barcelona para colaborar en las tareas de control tras la detección de los primeros casos positivos.
Los primeros dos jabalíes infectados fueron hallados muertos el 26 de noviembre de 2023 en Bellaterra, un municipio cercano a Cerdanyola del Vallès. Desde entonces, el Centro de Investigación en Sanidad Animal (CReSA) ha analizado cerca de 40 jabalíes de la zona, encontrando dos positivos y ocho más considerados sospechosos.
En total, este domingo se encontraban en la zona alrededor de 300 efectivos, entre ellos agentes de los Mossos d’Esquadra, Agentes Rurales, Guardia Urbana de Barcelona y Protección Civil, a los que se suman los miembros del Seprona de la Guardia Civil. “Veremos si se necesitan más recursos dependiendo de si encontramos más animales positivos”, afirmó Ordeig.
Origen y expansión del brote
Durante una entrevista en Catalunya Ràdio, Ordeig comentó que la “opción más probable” para explicar el origen del brote es que un embutido contaminado haya llegado a la basura, donde un jabalí lo consumió. Este suceso marca el primer brote de PPA en el Estado español desde 1994. Hasta ahora, no se han detectado jabalíes infectados en otras zonas de Cataluña o de Francia, lo que sugiere que el virus podría haberse propagado a través del transporte humano.
El consejero también solicitó la “colaboración ciudadana” para evitar alimentar a los jabalíes y mantener las bolsas de basura bien cerradas. Además, hizo un llamado a quienes han ignorado las restricciones de acceso a Collserola, advirtiendo que pequeñas acciones pueden prevenir un impacto mayor en la economía catalana.
Consecuencias del brote y medidas de control
Ordeig advirtió que si el brote se descontrola, las consecuencias serían “terribles” tanto para las exportaciones como para las granjas del sector porcino. El consejero destacó la importancia de actuar rápidamente, afirmando que “de aquí al viernes nos jugamos el 90 por ciento del éxito de todo lo que estamos haciendo” para contener el foco de infección.
La peste porcina africana es una enfermedad que no afecta a las personas. Se considera una enfermedad no zoonósica, lo que significa que la infección no puede transmitirse a los humanos ni por contacto con los animales ni por la ingestión de productos derivados. La Unión Europea clasifica esta enfermedad como de categoría A, lo que implica que los Estados miembros deben adoptar medidas precisas para su control y erradicación.
Desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, se ha instado al sector a extremar las medidas de bioseguridad y vigilancia en las explotaciones de ganado porcino y jabalíes, así como en el transporte de animales. Además, se han iniciado investigaciones para determinar el origen de la enfermedad en estos animales salvajes.
La peste porcina africana ha estado presente en la Unión Europea desde su llegada a los países bálticos y Polonia en 2014, y actualmente afecta a 13 países, incluyendo Italia, Alemania y Polonia. La rápida respuesta y estrictas medidas de control son fundamentales para evitar que el virus se propague aún más.
La activación del manual práctico de operaciones para la lucha contra la PPA incluye la delimitación de la zona infectada, la búsqueda activa y eliminación de jabalíes muertos, la prohibición de la caza en la zona y medidas de vigilancia y bioseguridad en las explotaciones porcinas. Estas acciones son cruciales para contener el brote y proteger la sanidad animal en Cataluña.
