lunes, noviembre 24, 2025

La mitad de los pacientes en riesgo de infarto no son detectados

Un estudio revela que las herramientas de detección fallan en casi la mitad de los casos de infarto.
por 24 noviembre, 2025
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Un reciente estudio realizado por investigadores del Mount Sinai en Estados Unidos ha puesto de manifiesto una alarmante deficiencia en las herramientas de detección utilizadas para identificar a las personas en riesgo de sufrir un infarto. Según los hallazgos, casi la mitad de los pacientes que realmente están en peligro no son detectados por los métodos actuales. Este informe ha sido publicado en la revista Journal of the American College of Cardiology: Advances.

Los investigadores evaluaron la eficacia de la puntuación de riesgo de enfermedad cardiovascular aterosclerótica (EVA) y de una herramienta más reciente llamada PREVENT, que tiene como objetivo proporcionar una evaluación más integral del riesgo cardiovascular. El doctor Amir Ahmadi, autor principal del estudio y profesor clínico asociado de cardiología en la Escuela de Medicina Icahn del Hospital Mount Sinai, destacó que «nuestra investigación demuestra que las herramientas de riesgo poblacionales a menudo no reflejan el riesgo real de muchos pacientes individuales».

Este estudio sugiere que el enfoque actual, que se basa en puntuaciones de riesgo y síntomas como principales indicadores de prevención, no es el más óptimo. El doctor Ahmadi añadió que «quizás sea hora de reconsiderar este modelo y avanzar hacia técnicas de imagen de la aterosclerosis para identificar la placa silenciosa antes de que se rompa».

Deficiencias en la detección y prevención de infartos

En la práctica médica actual, durante las consultas anuales de atención primaria, se calcula el riesgo cardiovascular aterosclerótico (ASCVD) en pacientes de entre 40 y 75 años sin antecedentes de cardiopatía. Este índice estima el riesgo de sufrir un infarto o un ictus en los próximos 10 años, considerando factores como la edad, el sexo, la raza, la presión arterial, el colesterol, la diabetes y el tabaquismo. Las calculadoras ASCVD y PREVENT son utilizadas por los médicos para guiar las decisiones sobre tratamientos preventivos.

Sin embargo, el estudio revela que, si los pacientes que experimentaron su primer infarto hubieran sido evaluados solo dos días antes, casi la mitad habría sido clasificada como de riesgo bajo o límite y no se les habría recomendado terapia preventiva según las puntuaciones actuales. De hecho, más de la mitad habría sido considerada de la misma manera según el programa PREVENT.

Para llevar a cabo este análisis, los investigadores revisaron los datos de 474 pacientes menores de 66 años que no presentaban enfermedad coronaria conocida y que recibieron tratamiento por su primer infarto de miocardio en Mount Sinai Morningside y el Hospital Mount Sinai de Nueva York entre enero de 2020 y julio de 2025. Se recopilaron datos demográficos, antecedentes médicos, niveles de colesterol y presión arterial, y se simuló una evaluación como si los pacientes hubieran sido examinados dos días antes del infarto.

Resultados preocupantes y recomendaciones para el futuro

Los hallazgos revelaron que el 45% de los pacientes no habrían sido candidatos a terapia preventiva ni pruebas diagnósticas según las guías actuales basadas en la ASCVD, porcentaje que aumentó al 61% utilizando la nueva calculadora PREVENT. La mayoría de los pacientes (60%) no presentaron síntomas como dolor torácico o dificultad para respirar hasta menos de dos días antes del evento cardíaco, lo que indica que los síntomas suelen aparecer demasiado tarde para modificar el curso de la enfermedad.

La doctora Anna Mueller, autora principal del estudio y residente de medicina interna en la Escuela de Medicina Icahn del Hospital Mount Sinai, advirtió que la mayoría de los infartos ocurren en pacientes clasificados como de bajo o intermedio riesgo. «Una puntuación de riesgo baja, junto con la ausencia de síntomas clásicos, no garantiza la seguridad a nivel individual», explicó. Los investigadores concluyen que es fundamental optimizar las estrategias de detección precoz y prevención, incluyendo el uso de técnicas de imagen cardiovascular para identificar la aterosclerosis en etapas tempranas.

Redacción

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