El incremento de casos de gripe ha llevado al Ministerio de Sanidad a considerar el uso obligatorio de mascarillas en centros sanitarios y residencias. Esta decisión se debatirá hoy en la Comisión de Salud Pública, donde se presentará un protocolo común para mitigar el impacto de los virus respiratorios.
El documento que se discutirá es un ajuste de aquel que fue rechazado el año pasado debido al veto del Partido Popular. Sin embargo, las últimas horas han traído ligeros cambios menores, según la versión definitiva que se presentará. El objetivo es facilitar el control de las infecciones respiratorias agudas estableciendo cuatro escenarios de riesgo, cada uno con recomendaciones técnicas específicas.
Escenarios de riesgo y medidas a adoptar
Los niveles de riesgo se clasificarán como interepidémico o basal, bajo, medio, alto y muy alto. Estos niveles se determinarán a partir de varios indicadores, como la tasa de incidencia, la hospitalización y la ocupación de camas en UCI. En cada uno de estos niveles, se propondrán medidas escalonadas que se implementarán de forma incremental.
Un aspecto destacado en el protocolo es que, en residencias, las medidas deberán evaluarse y aplicarse de manera individual, independientemente del nivel epidémico general. Esto es crucial, dado que la estructura organizativa de estos centros puede dar lugar a brotes de infección sin que la comunidad en su conjunto presente altos niveles epidémicos.
Recomendaciones específicas para la población
Los trabajadores con síntomas deberán usar mascarilla de manera continua, y la dirección de los centros podrá evaluar el riesgo y decidir si se hace obligatoria en cada caso. En situaciones complicadas, se podrán reducir o suspender temporalmente las visitas, además de reorganizar el movimiento dentro de las instalaciones.
Cuando el nivel de riesgo sea alto, se recomendará el uso de cubrebocas también para los residentes, especialmente cuando no se pueda garantizar el distanciamiento físico. Para la población general, en el primer escenario, se aconsejará el uso de mascarilla a personas con síntomas durante sus interacciones sociales. A medida que se avance a niveles más altos, se intensificarán las recomendaciones, incluyendo la reducción de interacciones sociales y la promoción de medidas de higiene respiratoria y de manos.
En el nivel máximo de riesgo, se considerarán medidas adicionales y excepcionales, que se implementarán según la normativa específica vigente. La reunión de la Comisión se produce en un contexto preocupante, ya que la gripe ha alcanzado ya fase epidémica, con una tasa en Atención Primaria de 112,2 casos por cada 100 000 habitantes, en comparación con los 12,8 casos del mismo periodo del año pasado.
