martes, noviembre 11, 2025

La disfagia afecta al 30% de los mayores y su detección es crucial

La disfagia, dificultad para tragar, afecta a un 30% de las personas mayores y puede tener graves consecuencias.
por 9 noviembre, 2025
Lectura de 2 min

La disfagia, un trastorno que afecta la capacidad de deglución, impacta a cerca del 30% de las personas mayores en España, según datos de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN). Este problema no es menor, ya que la dificultad para tragar puede acarrear complicaciones serias, como infecciones respiratorias y desnutrición. La doctora María Riestra, miembro del área de nutrición de la SEEN, enfatiza la importancia de reconocer los síntomas de la disfagia para prevenir sus consecuencias.

La disfagia se clasifica en dos tipos, dependiendo de su causa y localización del problema. Entre las patologías que pueden provocar esta dificultad, las más comunes son las de origen neurológico y oncológico. Con el avance de la edad, factores como la disminución de la producción de saliva, la pérdida de piezas dentales y la reducción de la masa muscular, contribuyen a que los mayores sean más propensos a desarrollar esta condición.

Es vital identificar las señales que presentan los pacientes con disfagia. La doctora Riestra advierte que la falta de detección puede resultar en que los pacientes tosan al comer, se atraganten o mantengan la comida en la boca, lo que aumenta el riesgo de broncoaspiración. Esta situación puede llevar a complicaciones severas, incluyendo ingresos hospitalarios.

El rechazo a la alimentación, que puede surgir del miedo a atragantarse, es otra consecuencia peligrosa. Esta situación puede derivar en pérdida de peso, debilidad, desnutrición y deshidratación. Para facilitar la detección de la disfagia, los especialistas en nutrición utilizan cuestionarios validados como el EAT-10, que consta de 10 preguntas sencillas.

Importancia del diagnóstico y tratamiento

Una vez se identifica la disfagia, se recomienda seguir pautas nutricionales específicas para mantener la salud del paciente. Cada caso es único, y las recomendaciones varían según el diagnóstico y las características del mecanismo causante de la disfagia. Dependiendo de la gravedad, se pueden adaptar las texturas de los alimentos, priorizando aquellos que sean más fáciles de masticar o incluso completamente triturados.

En cuanto a la posibilidad de recuperación, la doctora Riestra señala que, aunque en ocasiones la disfagia es consecuencia de enfermedades crónicas que no desaparecen, es posible mejorar la capacidad de deglución a través de la rehabilitación. Equipos multidisciplinares, incluyendo logopedas, juegan un papel fundamental en este proceso.

La especialista subraya la necesidad de sensibilizar tanto a los profesionales de la salud como a los pacientes y cuidadores sobre la disfagia. Para ello, aboga por la creación de Unidades Multidisciplinares en los centros sanitarios, así como por la formación adecuada en la detección y manejo de esta condición.

La detección temprana y un enfoque multidisciplinario son claves para garantizar que los pacientes con disfagia reciban el tratamiento adecuado y mantengan una buena calidad de vida. La concienciación sobre esta condición es esencial para reducir los riesgos asociados y mejorar la atención a los mayores.

Redacción

Equipo editorial especializado en actualidad ibérica, economía y política. Información rigurosa y análisis profundo de España y Portugal las 24 horas del día.

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