jueves, octubre 23, 2025

La dieta sin supervisión médica podría agravar el intestino irritable

Especialistas advierten que cambiar la dieta sin consejo médico puede empeorar el síndrome del intestino irritable.
por 21 julio, 2025
Lectura de 1 min

Adoptar una dieta sin la adecuada supervisión médica puede resultar perjudicial, especialmente para quienes sufren del síndrome del intestino irritable (SII). Según Maite Alonso, especialista en Digestivo de la Clínica Universidad de Navarra, muchos pacientes cometen el error de eliminar grupos de alimentos sin orientación profesional, lo que puede agravar sus síntomas.

El SII es un trastorno funcional que afecta aproximadamente al 14% de la población en España. Se caracteriza por dolor abdominal recurrente y alteraciones del ritmo intestinal, que pueden manifestarse como diarrea, estreñimiento o una combinación de ambos. Estos síntomas, que persisten al menos durante tres meses, impactan negativamente en la calidad de vida de quienes lo padecen y pueden confundirse con otras patologías digestivas, complicando su diagnóstico.

Riesgos de la auto-dieta

Con la llegada del verano, la Universidad de Navarra ha notado un aumento en el interés por seguir dietas que prometen mejorar el bienestar físico. Sin embargo, Alonso advierte sobre los peligros de realizar cambios alimentarios sin control médico, especialmente en personas con afecciones digestivas. Una alimentación adecuada, diseñada por profesionales sanitarios y adaptada a cada caso, es fundamental para aliviar los síntomas del SII.

El origen del síndrome no es único, sino que resulta de una compleja interacción de factores biológicos, emocionales y de estilo de vida. Por ello, el tratamiento debe ser individualizado y considerar todos estos aspectos en conjunto. Uno de los errores más comunes es la eliminación de ciertos alimentos sin haber recibido recomendaciones médicas, lo que puede llevar a desequilibrios nutricionales y agravar los síntomas.

Dieta baja en FODMAP

Entre las estrategias alimentarias más estudiadas en relación con el SII destaca la dieta baja en FODMAP. Este enfoque consiste en reducir temporalmente el consumo de carbohidratos fermentables presentes en alimentos como ciertos lácteos, frutas, verduras y legumbres. Estos compuestos suelen ser mal absorbidos en el intestino delgado, contribuyendo a la aparición de los síntomas característicos del síndrome.

La implementación de esta dieta se realiza en tres fases: una primera etapa de restricción que dura entre cuatro y ocho semanas, seguida de la reintroducción gradual de alimentos para evaluar la tolerancia y, por último, una personalización basada en la respuesta individual. Para que este enfoque sea efectivo y seguro, es imprescindible un seguimiento profesional y un conocimiento detallado del estado clínico del paciente.

En conclusión, el acompañamiento médico, la educación del paciente y el uso de estrategias respaldadas por evidencia científica son cruciales para lograr una mejora real y duradera en el bienestar digestivo. Como señala Alonso, «no se trata solo de comer distinto, sino de hacerlo de forma inteligente y con conocimiento».

Redacción

Equipo editorial especializado en actualidad ibérica, economía y política. Información rigurosa y análisis profundo de España y Portugal las 24 horas del día.

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