Un reciente estudio de la Universidad de Sheffield ha puesto de manifiesto que la desinformación en redes sociales está causando un notable descenso en el uso de la píldora anticonceptiva entre las mujeres en Inglaterra. Las investigadoras Rebecca Webster y Lorna Reid han documentado cómo los vídeos en plataformas como TikTok y YouTube están generando un “efecto nocebo”, donde las expectativas negativas de las usuarias conducen a la aparición de síntomas reales, aun cuando su origen sea de naturaleza psicológica.
Los datos son alarmantes: la proporción de mujeres que acuden a los servicios de salud sexual del NHS y optan por la píldora ha disminuido del 39 % en 2020-2021 al 28 % en 2023-2024. Además, dos de cada tres usuarias abandonan la píldora antes de cumplir dos años de uso. Este descenso coincide con el auge de contenido que advierte sobre supuestos riesgos, como trombosis o cáncer de tiroides, y que promueve métodos “naturales” sin evidencia científica.
Creencias erróneas y efectos psicológicos
El estudio, publicado en Perspectives on Sexual and Reproductive Health, analizó a 275 mujeres de entre 18 y 45 años que habían usado la píldora en los últimos 18 meses. Un abrumador 97 % reportó haber experimentado al menos un efecto secundario. Las creencias más comunes incluyen la expectativa de daño desde el inicio del tratamiento, la baja confianza en los medicamentos, la convicción de que los fármacos son sobreutilizados y la sensación de vulnerabilidad frente a ellos. Estos factores, combinados con ansiedad o depresión, agravan el malestar, llevando al abandono del método anticonceptivo.
La presidenta del Colegio de Salud Sexual y Reproductiva del Reino Unido, Janet Barter, ha señalado que la pandemia ha alimentado un discurso “anti-farmacia” que resuena entre las jóvenes que enfrentan problemas de salud mental. Por su parte, Laua Domegan, jefa de enfermería de la organización Brook, indica que cada vez más pacientes llegan a sus clínicas preocupadas por mitos como que “la píldora engorda” o que “arruina la fertilidad futura”.
La necesidad de información veraz
La falta de información precisa por parte de los profesionales de la salud y la escasa educación sobre anticoncepción en los colegios solo exacerban el problema. Las autoras del estudio concluyen que, al ser muchas de las reacciones de origen psicológico, las intervenciones también deben abordar este aspecto. Es crucial desmontar creencias negativas, ofrecer datos contrastados y mantener conversaciones honestas sobre lo que está demostrado y lo que no.
Solo a través de este enfoque se podrá reducir el efecto nocebo y evitar que la píldora siga perdiendo usuarias, cuando en realidad se mantiene como uno de los métodos anticonceptivos más seguros y estudiados disponibles.
