El sector avícola español enfrenta una crisis sin precedentes, ya que hasta la fecha se han sacrificado aproximadamente cuatro millones de gallinas debido al virus de la influenza aviar H5N1. Este sacrificio, que representa el 10% de la población total de gallinas, ha tenido un impacto significativo en el mercado, especialmente en las regiones de mayor producción como Castilla y León, Castilla La Mancha, Aragón, Valencia y Cataluña.
La reducción drástica de ponedoras y reproductoras se está notando en los precios de los huevos, un alimento esencial que ha visto un aumento en su demanda. Las gallinas, en condiciones normales, producen cerca de 500 huevos durante sus dos años de vida productiva, pero la situación actual ha alterado este ciclo. Desde el inicio de la crisis, aunque no ha habido desabastecimiento, el equilibrio entre oferta y demanda se ha visto seriamente afectado.
Impacto en el mercado y consumo de huevos
En el último año, España exportaba el 20% de su producción de huevos a países como Francia, Portugal e Italia, pero la crisis puede poner en riesgo estas cifras. El consumo de huevos en el hogar ha aumentado un 10,9% en los últimos quince años, según datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, mientras que el consumo de carne de otras especies ha disminuido. Este aumento en la demanda, junto con un precio que anteriormente era más bajo que la media europea, ha llevado a una estabilización más acorde con la calidad del producto.
Además, la percepción del huevo como un alimento completo ha contribuido a su popularidad, superando mitos que lo vinculaban con el colesterol alto. Sin embargo, el virus H5N1 no entiende de fronteras, y su control requiere la implementación estricta de medidas de bioseguridad.
Medidas de control y vacunación
A pesar de la gravedad de la situación, en Euskadi se han tomado decisiones que suavizan el confinamiento de las gallinas camperas, permitiendo un tiempo de ocio para estas aves, lo que ha generado cierta controversia. Aunque existen vacunas para el virus, su aplicación es limitada y puede complicar el comercio internacional, ya que muchos países no aceptan productos de aves vacunadas.
Desde el 1 de julio de 2025, se han registrado 14 focos en aves de corral y 87 casos en aves silvestres, lo que subraya la necesidad de un enfoque riguroso en la vigilancia y el control de la enfermedad. La falta de evidencia de transmisión entre humanos a través de huevos o carne de ave proporciona un alivio, aunque los trabajadores del sector siguen siendo los más expuestos.
La crisis avícola actual no sólo afecta el suministro de huevos, sino que también plantea preguntas sobre la sostenibilidad y el futuro del sector. La experiencia con el virus H5N1 podría ser un indicativo de lo que está por venir, y es crucial que se tomen las medidas adecuadas para evitar que esta situación se repita en el futuro.
En la mesa de los españoles, la realidad es que el consumo de huevos, como los de gallinas criadas en suelo, sigue siendo una opción popular y nutritiva, a pesar de los desafíos que enfrenta la industria. La calidad y la responsabilidad en la producción son más importantes que nunca para garantizar el bienestar de los consumidores y de las aves.
