martes, octubre 28, 2025

La crisis ambiental en Galicia: el aire contaminado tras los incendios

El humo de los incendios en Galicia libera contaminantes peligrosos para la salud pública.
por 21 agosto, 2025
Lectura de 2 min

La crisis medioambiental provocada por los numerosos incendios forestales activos en Galicia ha desatado una situación alarmante para la salud pública. El humo generado por las llamas está liberando a la atmósfera concentraciones elevadas de contaminantes microscopios que representan un peligro considerable, especialmente para personas vulnerables.

Las autoridades sanitarias han establecido protocolos de emergencia ante los índices de contaminación registrados. Según datos oficiales, la calidad atmosférica ha sufrido una degradación severa en varias localidades de la mitad oriental de la región. Los sistemas de monitorización ambiental han detectado concentraciones que superan ampliamente los umbrales de seguridad recomendados, lo que ha llevado a las administraciones a emitir recomendaciones estrictas para evitar la exposición innecesaria al aire exterior.

Condiciones críticas en las provincias gallegas

Las provincias más afectadas son Ourense y el sur de Lugo, donde los índices de contaminación han alcanzado la categoría de «pésimos». Localidades como Lalín, en Pontevedra, presentan niveles calificados como «muy malos». «La situación es especialmente crítica en las primeras horas de la mañana y al anochecer, cuando las condiciones meteorológicas favorecen la concentración de partículas», explica Fernando Martínez, técnico de calidad ambiental del servicio meteorológico autonómico.

La preocupación se intensifica mientras persistan los focos activos de incendios y no se produzca un cambio significativo en las condiciones meteorológicas. Las partículas en suspensión, técnicamente conocidas como material particulado (PM), son uno de los contaminantes más peligrosos para la salud humana. Las PM10 tienen un diámetro igual o inferior a 10 micrómetros, mientras que las PM2,5 tienen un diámetro máximo de 2,5 micrómetros.

Peligrosidad de las partículas en el aire

La Dra. Carmen Vázquez, neumóloga del Hospital Universitario de Santiago, advierte que «la peligrosidad de estas partículas radica en su diminuto tamaño, que les permite penetrar profundamente en nuestro sistema respiratorio». Las PM10 suelen quedar retenidas en las vías respiratorias superiores, provocando irritación, mientras que las PM2,5 pueden alcanzar los alvéolos pulmonares e incluso pasar al torrente sanguíneo.

Los incendios forestales son una fuente masiva de estas partículas. Al arder, el material vegetal libera grandes cantidades de hollín y cenizas que pueden desplazarse a cientos de kilómetros, afectando a poblaciones alejadas del foco original. A diferencia de otros contaminantes visibles, estas partículas pueden permanecer suspendidas en el aire durante días o semanas.

La exposición a concentraciones elevadas de PM10 y PM2,5 produce efectos inmediatos como irritación de ojos, nariz y garganta, tos y dificultad respiratoria, además de agravar síntomas en personas con asma o EPOC. No obstante, los especialistas advierten que los efectos más graves pueden manifestarse a medio y largo plazo. «La exposición prolongada a estas partículas está relacionada con el desarrollo de enfermedades respiratorias crónicas, cardiopatías e incluso algunos tipos de cáncer», señala el Dr. Martín López, epidemiólogo del Servicio Gallego de Salud.

Ante la persistencia de los incendios y los elevados niveles de contaminación, los expertos recomiendan adoptar medidas preventivas para minimizar los riesgos para la salud. «Es fundamental que la ciudadanía comprenda que no estamos ante una simple molestia, sino ante un verdadero riesgo para la salud pública», advierte el portavoz de Protección Civil. Las mascarillas utilizadas durante la pandemia de covid-19 pueden ser de utilidad, especialmente las FFP2, aunque su efectividad depende de un ajuste correcto.

Los ciudadanos pueden consultar en tiempo real los niveles de calidad del aire en su localidad a través de la aplicación móvil y la página web de Meteogalicia, que actualiza los datos cada hora. El sistema clasifica la calidad atmosférica en seis categorías: buena, razonable, regular, mala, muy mala y pésima. Además, se ha habilitado un teléfono de información (900 123 456) donde los ciudadanos pueden resolver dudas sobre las medidas de protección y recibir asesoramiento personalizado en caso de presentar síntomas relacionados con la exposición a contaminantes.

Redacción

Equipo editorial especializado en actualidad ibérica, economía y política. Información rigurosa y análisis profundo de España y Portugal las 24 horas del día.

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