Hablar en voz alta con uno mismo, una práctica común que a menudo ha sido malinterpretada como signo de problemas de salud mental, es en realidad un hábito que puede ofrecer importantes beneficios cognitivos. Investigaciones recientes en el ámbito de la psicología apuntan a que verbalizar pensamientos no solo es normal, sino que también puede mejorar nuestra memoria y concentración.
Según el profesor Gary Lupyan, asociado de psicología en la Universidad de Wisconsin, este comportamiento no es un indicio de locura. En una entrevista con la cadena BBC, explicó que cuando verbalizamos lo que pensamos, el cerebro activa información visual que ayuda a identificar objetos más rápidamente. Un estudio realizado por Lupyan y su colega Daniel Swingley, titulado ‘Self-directed speech affects visual search performance’, demuestra que los participantes que nombraban los objetos en voz alta lograban localizarlos con mayor eficacia que aquellos que no lo hacían.
El autodiálogo en la infancia
La infancia es un periodo clave para entender los beneficios de hablar solo. Durante esta etapa, el diálogo interno verbalizado es una herramienta natural y fundamental en el proceso de aprendizaje. Los niños, al hablar consigo mismos, pueden organizar sus pensamientos y mejorar su rendimiento en diversas actividades, desde juegos hasta tareas escolares.
La psicoterapeuta Anne Wilson respalda esta visión, afirmando que «todos necesitamos hablar con alguien interesante, que nos conozca a la perfección y esté de nuestra parte». Este «alguien» puede ser uno mismo, lo que convierte el autodiálogo en una herramienta poderosa de desarrollo cognitivo.
Beneficios del autodiálogo verbalizado
Hablar solo no solo refuerza la memoria, sino que también ayuda a estructurar el pensamiento y facilita la resolución de problemas. La psicología contemporánea considera que este tipo de práctica actúa como un medio de socialización interna, contribuyendo al bienestar emocional y proporcionando motivación cognitiva.
Así, en lugar de ser visto como un comportamiento extraño, el autodiálogo se presenta como una estrategia efectiva para mejorar nuestras capacidades mentales. Los estudios respaldan esta nueva perspectiva, mostrando que verbalizar nuestros pensamientos puede ser una práctica altamente beneficiosa que, lejos de ser motivo de preocupación, debe ser promovida y aceptada.