Hablar en voz alta consigo mismo ha sido malinterpretado por mucho tiempo, asumiendo que está relacionado con problemas de salud mental. Sin embargo, investigaciones recientes en el ámbito de la psicología sugieren que este comportamiento, lejos de ser motivo de preocupación, puede ofrecer beneficios significativos para nuestras capacidades cognitivas.
Según el profesor Gary Lupyan, asociado de psicología en la Universidad de Wisconsin, verbalizar los pensamientos no es un acto irracional, sino un proceso que puede potenciar nuestras habilidades mentales. En un estudio, se expuso a participantes a una pantalla con diferentes objetos y se observó que quienes nombraban los artículos en voz alta podían localizarlos con mayor rapidez. Lupyan explica que «al mencionar lo que se está viendo, el cerebro activa información visual para identificar el objeto más rápido».
Beneficios en el desarrollo infantil
Los niños son un claro ejemplo de cómo hablar solo puede ser beneficioso. Durante la infancia, el diálogo interno verbalizado forma parte natural del aprendizaje, ayudando a los pequeños a orientarse en sus tareas cotidianas y mejorando sus resultados en actividades motoras. Este fenómeno, lejos de indicar problemas, se presenta como una herramienta de desarrollo cognitivo esencial.
La psicoterapeuta Anne Wilson respalda esta visión positiva, afirmando que «todos necesitamos hablar con alguien interesante, que nos conozca a la perfección y esté de nuestra parte. ¿Quién mejor que nosotros mismos?». Algunos profesionales incluso recomiendan esta práctica en sus consultas terapéuticas por sus múltiples ventajas.
Impacto positivo en la memoria y la resolución de problemas
Entre los beneficios que aporta hablar solo, destacan el refuerzo de la memoria, la estructuración del pensamiento y la facilitación en la resolución de problemas. La psicología contemporánea considera que el autodiálogo actúa como una forma de socialización interna que contribuye positivamente al bienestar emocional, proporcionando motivación cognitiva y claridad mental.
Esta nueva perspectiva sobre un comportamiento tradicionalmente estigmatizado queda respaldada por estudios científicos, como el publicado por Lupyan y su colega Daniel Swingley, titulado ‘Self-directed speech affects visual search performance’ (El habla autodirigida afecta al rendimiento de la búsqueda visual) en The Quarterly Journal of Experimental Psychology.
Así, la costumbre de hablar solo no solo es normal, sino que puede ser una herramienta valiosa para mejorar nuestras capacidades cognitivas y bienestar emocional.