Alicia Rodríguez, una enfermera de Zaragoza, ha revelado su lucha diaria con un Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) que gira en torno al miedo irracional de que sus hijos se contagien de VIH debido a su trabajo en el quirófano. Este temor ha afectado su vida y su salud mental, llevándola a solicitar una baja laboral.
La experiencia de Alicia refleja cómo un entorno laboral de alta presión, como es el de los quirófanos, puede desencadenar trastornos psicológicos. A pesar de su formación y experiencia, el riesgo de accidentes y contagios ha generado una ansiedad que ha resultado incapacitante. «Siento que si algo me pasara, mis hijos podrían sufrir las consecuencias», explica.
El impacto del TOC en la vida diaria
El TOC de Alicia se manifiesta en pensamientos intrusivos y repetitivos que la llevan a situaciones de estrés extremo. Este tipo de trastorno puede afectar la calidad de vida, ya que los afectados suelen tener dificultades para realizar actividades cotidianas. En su caso, la preocupación por el VIH ha provocado un ciclo de ansiedad que no puede controlar, afectando tanto su vida personal como profesional.
El miedo al contagio no es infundado. Según datos del Ministerio de Sanidad, el VIH sigue siendo una enfermedad que, aunque tratable, requiere una atención constante. Sin embargo, el enfoque de Alicia no es necesariamente sobre el virus en sí, sino sobre la posibilidad de no ser capaz de proteger a sus hijos. «Es irracional, pero no puedo evitarlo», confiesa.
La necesidad de apoyo psicológico
La historia de Alicia pone de relieve la importancia de contar con recursos de apoyo psicológico para profesionales de la salud. La presión del trabajo, combinada con la responsabilidad de cuidar a otros, puede ser abrumadora. Es fundamental que las instituciones sanitarias implementen programas de salud mental que ofrezcan apoyo a los trabajadores, permitiéndoles manejar el estrés y la ansiedad de forma efectiva.
Alicia, tras meses de tratamiento, espera poder superar su TOC y continuar con su labor en el quirófano sin miedo. «Quiero ser la madre que mis hijos necesitan, sin que mis miedos interfieran en su vida», concluye. Su historia resuena con muchos que enfrentan retos similares, destacando la necesidad de visibilizar los problemas de salud mental en la sociedad actual.
