El club Haris ha protagonizado uno de los momentos más difíciles de su historia al quedar eliminado de la Copa, un torneo que se celebrará en su propia isla, Tenerife. Esta situación ha llevado a la destitución del entrenador Guillermo Orduna, quien, según el presidente del club, David Martín, ha sido una figura clave y respetada dentro de la organización.
Martín ha expresado su pesar por la salida de Orduna, describiéndolo como una persona con un gran bagaje que ha sido casi como un padre para muchos. A pesar de la buena relación que mantenía con el técnico, reconoció que en el ámbito profesional hay que tomar decisiones difíciles. “El club le garantiza la mejor salida posible, tanto en lo profesional como en lo humano”, aseguró el presidente.
El análisis de la situación deportiva
La reciente derrota ante el Sayre ha sido un punto de inflexión para el Haris, aunque Martín había mantenido la esperanza de que el equipo pudiera revertir la situación en los siguientes partidos. “La liga ha sido muy dispar, donde cualquiera puede ganar a cualquiera”, señaló, destacando que incluso los equipos punteros han sufrido pérdidas inesperadas.
La situación del equipo es delicada, y actualmente el Haris se encuentra en una lucha por evitar el descenso. “Estamos jugando para evitar el descenso y ser responsables con eso”, afirmó Martín, quien espera que el nuevo entrenador, Jesús Latorre, pueda guiar al equipo hacia una posición más cómoda en la tabla.
El presidente también subrayó la importancia de mantener la confianza en Latorre, quien ha trabajado con varios entrenadores reconocidos y tiene un amplio conocimiento del club. “Si me preguntas si podemos estar entre los tres primeros, te diría que esa no es la realidad”, confesó Martín, refiriéndose a las dificultades económicas que enfrenta el Haris en comparación con otros clubes que han incrementado sus presupuestos.
Un futuro incierto pero esperanzador
A pesar de la presión y el desánimo por la eliminación de la Copa, Martín se mostró optimista sobre el futuro del club. “Estamos trabajando para revertir la situación y dar la garantía a nuestros aficionados de que saldremos de este bache”, afirmó, haciendo hincapié en el compromiso del Haris con sus seguidores y el deporte en Tenerife.
El impacto de no poder competir en la Copa ha sido considerable, no solo a nivel emocional, sino también en términos de rendimiento y motivación para las jugadoras. “Es un mazazo no poder estar aquí ante nuestra afición”, reconoció el presidente, quien confía en que el equipo podrá encontrar la estabilidad necesaria para finalizar la temporada de la mejor manera posible.
En conclusión, el Haris se enfrenta a un reto significativo tras la eliminación de la Copa y la destitución de Orduna, pero la dirección del club está decidida a trabajar arduamente para asegurar un futuro más brillante en el ámbito deportivo y económico.
