El Gobierno de Canarias ha decidido retirar una campaña solidaria del personal sanitario destinada a apoyar a sus colegas en Gaza. Esta iniciativa, promovida por el sindicato Intersindical Canaria (IC), incluía carteles en los hospitales que expresaban su respaldo a la población civil palestina y condenaban el genocidio que se está llevando a cabo en la región. Según datos recientes, más de 63.000 víctimas mortales han sido registradas, entre las que se encuentran 18.500 niños y cerca de 1.600 profesionales sanitarios asesinados.
La campaña fue notificada a la Consejería de Sanidad con antelación, detallando que los sanitarios querían expresar su rechazo ante los bombardeos directos a hospitales y la requisición de medicación en Gaza. Sin embargo, la Consejería mantuvo silencio hasta el comienzo de la campaña, momento en el que retiró los carteles sin previo aviso y confiscó el material, sin devolverlo al sindicato.
Reacción del sindicato y acusaciones al gobierno
El Secretariado Nacional de Salud de IC ha manifestado su indignación ante esta actuación, señalando que el Gobierno de Coalición Canaria y su consejera sanitaria, Esther Monzón, están compitiendo «en los hechos con la ultraderecha» al guardar silencio ante lo que consideran una violación flagrante de los derechos humanos. Esta situación, según el sindicato, vulnera derechos fundamentales como la libertad de expresión y la libertad sindical.
Intersindical Canaria ha anunciado que estudiará las medidas legales y las acciones institucionales pertinentes para que el Gobierno de Canarias rinda cuentas por la retirada de la campaña solidaria. La respuesta del sindicato pone de manifiesto la tensión existente entre las autoridades sanitarias y el personal médico, que se siente impotente ante las consecuencias del conflicto en Gaza.
Contexto del conflicto en Gaza
La situación en Gaza ha alcanzado niveles alarmantes, con la población civil sufriendo las consecuencias de un conflicto prolongado. La retirada de esta campaña solidaria resalta la complejidad del apoyo internacional en situaciones de crisis, así como el papel que juegan las instituciones en la defensa de los derechos humanos.
Los hospitales, que deberían ser espacios de curación y asistencia, se han convertido en objetivos en medio de un conflicto devastador. La comunidad médica, que ha manifestado su compromiso con la vida y la salud, se enfrenta ahora a la censura y la represión en su intento de expresar solidaridad con aquellos que sufren.
El futuro de esta campaña y de las reivindicaciones del personal sanitario en Canarias queda en el aire, mientras el conflicto en Gaza continúa causando estragos. La presión sobre el Gobierno de Canarias y la Consejería de Sanidad se intensificará a medida que se busquen respuestas y se exija responsabilidad en la defensa de los derechos humanos.
