Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Università degli Studi di Milano ha revelado que los pacientes con epilepsia que se someten a una hemisferotomía presentan patrones de ondas lentas en el hemisferio cerebral desconectado, incluso durante la vigilia. La investigación, publicada en la revista PLOS Biology el 17 de octubre de 2023, sugiere que esta actividad cerebral puede asemejarse a la observada en estados de sueño profundo.
La hemisferotomía es un procedimiento quirúrgico que busca desconectar el tejido neural afectado por la epilepsia, que en ocasiones puede abarcar un hemisferio completo del cerebro. Este tratamiento es particularmente común en casos graves de epilepsia en niños, y su objetivo es prevenir la propagación de las convulsiones al aislar la corteza afectada. Sin embargo, al permanecer intacta la irrigación vascular, la actividad de esta corteza desconectada puede ser difícil de evaluar.
Hallazgos relevantes sobre la actividad cerebral
El estudio dirigido por Marcello Massimini utilizó electroencefalografía (EEG) para medir la actividad cerebral en diez pacientes pediátricos, observando la actividad de fondo no epiléptica antes y hasta tres años después de la cirugía. Los resultados mostraron que, tras la intervención, surgieron ondas lentas notables en la corteza desconectada, un fenómeno que puede persistir durante meses e incluso años.
Estos patrones de actividad cerebral presentan similitudes con aquellos observados en condiciones como el sueño profundo sin movimientos oculares rápidos (NREM), la anestesia general y el estado vegetativo. Sin embargo, la presencia continua de ondas lentas plantea interrogantes sobre su función: ¿reflejan algún tipo de actividad consciente o son simplemente un retorno a un modo predeterminado de funcionamiento cerebral?
Implicaciones sobre la consciencia y la experiencia subjetiva
Los hallazgos sugieren que la actividad cerebral en la corteza aislada podría estar asociada con una conciencia ausente o reducida. Según los autores, cualquier inferencia sobre la presencia de consciencia basada únicamente en la actividad eléctrica del cerebro debe ser considerada con cautela, especialmente en áreas del cerebro que no pueden ser evaluadas conductualmente.
“Este patrón puede proporcionar pistas sobre por qué surge una actividad cerebral similar al sueño en pacientes con lesiones cerebrales”, declara Marcello Massimini.
El estudio resalta la necesidad de una caracterización más detallada del enlentecimiento observado a nivel del cuero cabelludo, sugiriendo que registros intracraneales podrían ser necesarios en casos en los que se requiera monitorización invasiva postoperatoria. La investigación en torno a la consciencia sigue siendo un campo complejo y lleno de incógnitas, donde los estados de actividad cerebral podrían no alinearse directamente con las experiencias subjetivas de los pacientes.
En conclusión, los patrones de actividad cerebral en pacientes con epilepsia tras una hemisferotomía ofrecen una nueva perspectiva sobre la relación entre la actividad neural y la consciencia, abriendo un camino para futuras investigaciones en neurología y psiquiatría.
