El Banco de México ha tomado la decisión de rebajar la tasa de interés en 25 puntos básicos, situándola en un 7,25% en un contexto de desaceleración económica. Este movimiento se hace eco de la evaluación del actual panorama inflacionario, teniendo en cuenta factores como el comportamiento del tipo de cambio y la debilidad de la actividad económica. En su comunicado, el organismo expresó que “la Junta de Gobierno juzgó apropiado continuar con el ciclo de disminuciones de la tasa de referencia”.
Decisiones en un entorno incierto
La reducción de la tasa se produce pocos días después de que se confirmara que el Producto Interno Bruto (PIB) de México cayó un 0,3% durante el tercer trimestre de 2025. Este descenso ha sido atribuido a la debilidad en sectores clave como la manufactura, la minería y la construcción. La decisión de recortar la tasa fue aprobada por la mayoría de la Junta, que incluye a la gobernadora del Banco de México, Victoria Rodríguez, y a los subgobernadores Galia Borja, José Gabriel Cuadra y Omar Mejía Castelazo. Sin embargo, Jonathan Heath, otro subgobernador, votó en contra, proponiendo mantener la tasa en un 7,5%.
El Banco de México ha mostrado una postura menos restrictiva, continuando con recortes en un contexto donde la economía mexicana enfrenta serias dificultades. La institución advirtió que las políticas arancelarias impuestas por la administración de Donald Trump continúan generando incertidumbre, lo que podría resultar en presiones inflacionarias adicionales.
Riesgos inflacionarios y expectativas del mercado
El análisis del banco central resalta que entre los riesgos inflacionarios se encuentran la depreciación del peso, la persistencia de la inflación subyacente y las disrupciones provocadas por conflictos geopolíticos. A pesar de que una tasa de interés más baja puede fomentar el consumo y la inversión, la situación actual exige cautela. Durante la primera quincena de octubre, la inflación se situó en un 3,63% a tasa anual, una ligera disminución desde el 3,76% registrado a finales de septiembre. Sin embargo, este nivel sigue estando por debajo de la meta del 3% establecida por el Banco de México.
La institución ha revisado a la baja su pronóstico de inflación para el cierre de 2025, ahora proyectando un 3,5% frente al 3,6% previamente estimado. El Banco de México reafirma su compromiso con la estabilidad de precios y la necesidad de seguir trabajando para consolidar un entorno inflacionario bajo y estable, lo que resulta crucial en estos momentos de incertidumbre económica.
