Cuatro manifestaciones sanitarias se llevaron a cabo ayer por la mañana en Vigo, cada una con motivos específicos que reflejan la creciente tensión en el sector. Los primeros en salir a la calle fueron los radiólogos, quienes cumplían su octava jornada de huelga. Este colectivo exige un refuerzo en las guardias, solicitando uno o dos médicos más para mejorar la atención a los pacientes. Con pancartas en mano, recorrieron los pasillos del Hospital Álvaro Cunqueiro y se concentraron tanto a las puertas de la Gerencia como en la entrada del centro hospitalario.
Los portavoces de los radiólogos coincidieron en que es necesario establecer criterios homogéneos entre las distintas áreas sanitarias para garantizar que todos los pacientes reciban la misma atención. «La población del área sanitaria de Vigo triplica a otras como Ferrol, por lo que la dotación de personal debe ajustarse a las necesidades específicas de cada zona», afirmaron. La Gerencia del hospital ha convocado a los radiólogos a una nueva reunión de negociación para abordar sus demandas.
Protestas por agresiones a sanitarios y cambios en pediatría
En el Hospital Meixoeiro, la junta de personal se manifestó en contra de las agresiones sufridas por el personal sanitario, que han ascendido a 18 en el último mes, siendo la más reciente el pasado 3 de octubre. Esta situación ha generado un clima de preocupación y rechazo entre los profesionales del sector, quienes exigen medidas para garantizar su seguridad en el ejercicio de sus funciones.
Por otro lado, la plataforma SOS Sanidade llevó su protesta al centro de salud de Coia, donde ya han recogido más de mil firmas de usuarios y profesionales en desacuerdo con el traslado de pediatras al nuevo centro de salud Olimpia Valencia. Los manifestantes critican que la apertura de este nuevo centro no vaya acompañada de la contratación de más médicos y enfermeras, así como el cierre del centro de salud Nicolás Peña. La concentración de pediatras en las instalaciones de la calle Lalín, que anteriormente atendían en cuatro centros distintos, también ha suscitado el descontento entre los padres.
Además, lamentan que el centro Pintor Colmeiro haya amortizado una plaza de pediatra tras la jubilación de Luciano Garnelo, lo que agrava aún más la situación en la atención pediátrica en la ciudad.
Huelga de trabajadores de mantenimiento
Por último, los trabajadores del servicio de mantenimiento del Hospital Nicolás Peña también protagonizaron una jornada de huelga para exigir a la empresa Veolia un incremento en el precio de las guardias, que no se actualiza desde 2016. Este grupo ha manifestado su descontento con las condiciones laborales y la falta de respuesta a sus demandas económicas, lo que añade presión al ya tenso panorama sanitario en Vigo.
La acumulación de protestas y la diversidad de reivindicaciones evidencian la necesidad de un diálogo urgente entre las autoridades sanitarias y los profesionales de la salud para abordar los problemas que afectan a la atención médica en la ciudad. La ciudadanía, por su parte, observa con preocupación cómo estos conflictos podrían repercutir en la calidad de los servicios sanitarios que reciben.
