Italia es un país que atrae a miles de visitantes anualmente gracias a su rica cultura, gastronomía y legado histórico. Sin embargo, este atractivo va más allá del turismo, ya que también representa un destino laboral interesante para hispanohablantes. En este artículo, exploramos los aspectos clave que debes conocer si estás considerando trabajar en Italia, incluyendo los requisitos legales, el sistema fiscal y el salario medio.
Salario medio y condiciones laborales
El salario medio en Italia se sitúa en aproximadamente 33 500 euros anuales. Es importante señalar que, a diferencia de España, la legislación italiana no establece un salario mínimo, lo que implica que los sueldos dependen de las negociaciones individuales entre el empleado y la empresa. La jornada laboral no excede las 40 horas semanales, permitiendo opciones tanto de trabajo a tiempo completo como parcial. Además, los trabajadores tienen derecho a un día de descanso semanal, normalmente el domingo.
Las trabajadoras cuentan con protección laboral en caso de embarazo y maternidad, con permisos de 16 semanas para ambos padres, un cambio significativo que se implementó en 2021. En caso de enfermedad de los hijos, tanto el padre como la madre pueden solicitar permisos laborales.
Requisitos para trabajar en Italia
Si decides dar el paso y trabajar en Italia, el primer paso es establecer tu residencia en el país. Si tu estancia será inferior a tres meses, deberás acudir a una oficina de policía para realizar una declaración de presencia. Para estancias más largas, es necesario inscribirse en el registro civil del municipio donde residas, lo que implica demostrar tu capacidad económica y sanitaria.
Los ciudadanos de la Unión Europea disfrutan de un régimen de libre circulación, lo que facilita la mudanza a Italia desde España. Para poder residir y trabajar en el país, necesitarás un DNI y un pasaporte válidos, la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) y conocimientos de idiomas, preferiblemente italiano o inglés.
Para buscar empleo, es necesario obtener el Codice Fiscale, un documento equivalente al NIF español, que es esencial para realizar cualquier actividad laboral en Italia. Con este código, podrás también abrir una cuenta bancaria y registrarte en el Servicio Sanitario italiano.
En cuanto a las profesiones, es fundamental distinguir entre las reguladas y no reguladas. Las profesiones reguladas requieren un título universitario o similar, mientras que en las no reguladas, como las del sector marketing, artístico, musical, publicidad y lingüístico, no es necesario.
Si te interesa trabajar como autónomo, Italia ofrece dos categorías: prestación manual de servicios, destinada a artesanos, comerciales y titulares de empresas individuales o macroempresas, y prestación intelectual, para profesionales liberales. Para ejercer como profesional por cuenta propia, deberás registrarte en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE), inscribirte en el Registro de Empresas y registrarte en el Instituto de Previsión Social (INPS) según el régimen correspondiente.
Trabajar en Italia puede ser una experiencia enriquecedora, no solo desde el punto de vista profesional, sino también personal, dado el entorno vibrante y culturalmente diverso que ofrece el país transalpino.
