Las quemaduras solares son un problema común durante el verano, especialmente en lugares como playas y piscinas, donde la exposición al sol es intensa. Estas quemaduras pueden provocar enrojecimiento, dolor y molestias significativas, aunque las leves suelen mejorar sin necesidad de atención médica. Sin embargo, hay estrategias que pueden acelerar la recuperación y aliviar los síntomas, según el farmacéutico Jerónimo Ors.
Consejos para el cuidado de la piel
Una de las primeras recomendaciones de Ors es evitar la exposición adicional a la radiación ultravioleta. Para las quemaduras de primer grado, que se caracterizan por el eritema o piel roja, es vital mantener una hidratación intensa. Se aconseja beber agua y líquidos isotónicos, además de evitar el uso de jabones que puedan irritar aún más la piel.
La aplicación de cremas calmantes y productos after sun que contengan ingredientes como raíz de regaliz y manzanilla es fundamental. Ors señala que el daño celular causado por la radiación ultravioleta puede ser permanente, afectando las cadenas de ADN y aumentando el riesgo de tumores y envejecimiento prematuro. «Vemos con frecuencia en personas que se quemaron muchas veces en su juventud un envejecimiento intenso, con arrugas marcadas y lesiones premalignas», añade el farmacéutico.
El papel de las plantas en la recuperación
Ors, apasionado de las formulaciones vegetales, resalta la importancia de utilizar plantas con efectos calmantes y antioxidantes para ayudar en la reparación de la piel. El aloe, aunque útil, no es la única opción disponible; existen otras plantas más eficaces. El aloe contiene mucílagos que ofrecen protección y un efecto calmante gracias a sus componentes.
Es crucial evitar remedios caseros inadecuados, como la aplicación de pasta de dientes o hielo, que pueden empeorar la situación. La utilización de peelings o mascarillas que intensifiquen la descamación también está desaconsejada durante este periodo. La piel, debilitada tras la quemadura, es más propensa a infecciones, por lo que se deben evitar lugares sucios y mantener una buena higiene.
Los signos de complicaciones, como la aparición de ampollas, dolores de cabeza o fiebre, son motivos suficientes para buscar atención médica. Ors advierte que «una quemadura solar es un asunto serio que puede tener consecuencias importantes». La deshidratación es uno de los principales problemas tras una quemadura, ya que la piel pierde su capacidad para retener líquidos, lo que puede requerir la aplicación de sueros en casos severos.
Finalmente, el experto destaca que «la oscuridad, la calma y la hidratación serán siempre beneficiosos» para la recuperación de la piel tras una quemadura solar. Cuidar de la piel en estos momentos críticos es esencial para evitar daños a largo plazo y garantizar una recuperación adecuada.
