El conflicto laboral en la Guardia Urbana de L’Hospitalet de Llobregat ha comenzado a vislumbrar una posible solución tras las tensiones de septiembre. Aunque no se ha alcanzado un acuerdo definitivo, los sindicatos policiales y el Ayuntamiento han coincidido en que han logrado acercar posturas tras la reanudación de las negociaciones el 16 de octubre de 2023. Ambas partes han programado nuevas reuniones para los días 21 y 23 de octubre, lo que genera un clima de optimismo en el consistorio.
Fuentes del gobierno municipal destacan que existe una buena disposición para alcanzar un acuerdo en un futuro cercano, aunque los sindicatos se muestran más cautelosos, anticipando que la resolución podría llevar más tiempo. Desde hace casi una década, las relaciones entre la Guardia Urbana y el Ayuntamiento han sido problemáticas, con protestas que en el pasado incluso paralizaron sesiones plenarias.
Demandas de los sindicatos y condiciones laborales
Los sindicatos han planteado mejoras en las condiciones salariales y laborales del cuerpo policial. Sin embargo, el consistorio ha condicionado estas mejoras a una reducción del absentismo laboral, que durante el pasado verano se situó entre el 24% y el 35%, según un informe interno. El portavoz del sindicato SPL-CM, Juanjo Torán, indicó que durante la reunión del 16 de octubre se exigió que cualquier propuesta que se presente a la plantilla iguale, como mínimo, la media de sueldo anual de los cuerpos policiales de municipios de más de 50 000 habitantes en la provincia de Barcelona.
Torán especificó que esto se traduce en un incremento de «2 000 y pico euros» brutos al año, una cifra que debería estar garantizada y no depender de ningún índice de absentismo. La oferta inicial del gobierno incluía una mejora fija de 1 000 euros anuales para toda la plantilla, además de otros 3 500 euros anuales condicionados a que el absentismo no superara los 19 días al año, un número considerado excesivamente bajo por el líder sindical.
El reto del absentismo y la presión política
A pesar de los avances en las negociaciones, Torán advirtió que aún quedan muchos detalles por definir en cuanto a las condiciones y tiempos de pago de los diferentes pluses. La resolución de este conflicto es uno de los principales retos que el alcalde David Quirós heredó al asumir el cargo en junio de 2024. En un reciente acto, Quirós subrayó la importancia de fortalecer el ámbito de la Guardia Urbana, asegurando que «los agentes deben trabajar en las calles con mejores condiciones».
El alcalde también reconoció que el consistorio tiene el gran desafío del absentismo laboral entre sus policías y que debe proporcionar a los agentes garantías de recursos y modernización. La situación de tensión con la Guardia Urbana se intensificó a principios de septiembre, cuando la plantilla dejó de apuntarse a horas extra como medida de presión para que el gobierno cambiara su propuesta inicial, lo que resultó en fines de semana con escasa presencia policial.
La oposición también ha comenzado a presionar al alcalde, solicitando un pleno extraordinario para discutir la situación de inseguridad en la ciudad. Los partidos PP y ERC-EUiA ya habían convocado un pleno debido a las protestas de la policía local, aunque decidieron suspenderlo temporalmente para dar margen a las negociaciones.
La resolución de este conflicto es crucial no solo para los agentes de la Guardia Urbana, sino también para la seguridad de los ciudadanos de L’Hospitalet, que han expresado su preocupación por la situación actual.
