La peste porcina africana (PPA) ha hecho su reaparición en España, con el hallazgo de cuatro jabalíes muertos en la sierra de Collserola, Barcelona. Este descubrimiento se suma a los dos primeros casos confirmados esta semana, elevando la preocupación en el sector agropecuario y sanitario. Según fuentes del Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, los animales fallecidos fueron encontrados en las proximidades del campus de la Universitat Autònoma de Barcelona en Cerdanyola del Vallès.
Las autoridades han establecido un perímetro de seguridad de seis kilómetros alrededor del área afectada, restringiendo el acceso a todos excepto a los residentes. Además, un segundo perímetro de veinte kilómetros ha sido habilitado, limitando las actividades al aire libre como excursiones y cacerías. Esta medida afecta a un total de 76 municipios, incluyendo la zona de Barcelona.
En respuesta a este brote, la Generalitat de Catalunya ha activado un plan de contingencia que incluye la instalación de barreras físicas y químicas en la zona, así como trampas para jabalís. Se han desplegado equipos de Agentes Rurales y policías locales para asegurar el cumplimiento de las restricciones.
Impacto en el sector porcino
La peste porcina africana, que no afecta a los seres humanos pero es devastadora para el ganado, ha suscitado inquietud en el sector porcino, que representa un porcentaje significativo de las exportaciones alimentarias de Cataluña. En 2024, el sector porcino supuso el 19,3 % del total de productos exportados de alimentos y bebidas. España genera más de 8 000 millones de euros al año por la exportación de productos de cerdo, con un millar de millones provenientes de ventas a China.
La confirmación de este brote ha llevado a la paralización de aproximadamente 120 certificados sanitarios de exportación de productos cárnicos hacia cerca de 40 países. Sin embargo, China ha accedido a la regionalización, permitiendo la importación de productos de otras regiones de España no afectadas por la PPA.
La Generalitat ha instado a la población a mantener una estricta higiene en espacios públicos y ha recomendado evitar la manipulación de jabalíes muertos. Esta situación crítica resalta la necesidad de actuar rápidamente para contener la propagación de la enfermedad y proteger tanto la salud pública como a la economía agrícola de la región.
Medidas y recomendaciones
Las medidas adoptadas incluyen la prohibición de actividades de caza y trabajos forestales en la zona de infección. Se ha pedido a los ciudadanos que mantengan limpias las papeleras y contenedores, y que no alimenten a los jabalíes. En caso de encontrar un animal muerto, se debe contactar inmediatamente con el servicio de emergencias al 112.
El Departamento de Ganadería enfatiza la urgencia de la situación, indicando que es esencial actuar con rapidez para evitar la expansión de la enfermedad. La colaboración ciudadana es crucial para enfrentar este desafío y salvaguardar el sector porcino, que se encuentra en una situación delicada tras la confirmación de esta enfermedad por primera vez en 30 años.
