El consejero de Seguridad del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, ha comentado sobre las movilizaciones que tuvieron lugar el miércoles en Euskadi en apoyo a Palestina, destacando la «normalidad» con la que se desarrollaron, a pesar de algunos incidentes aislados. En su intervención a las puertas del Parlamento Vasco, Zupiria afirmó que «miles de vascos pudieron ejercer su derecho a expresarse libre y democráticamente en las calles de Euskadi».
A pesar de la normalidad en la que se llevaron a cabo las marchas, se registraron 36 identificaciones por «pequeños incidentes», aunque no hubo detenciones. Zupiria también informó de que, a lo largo de la jornada, se produjeron cinco manifestaciones no comunicadas, en las que la Ertzaintza optó por no intervenir para evitar conflictos mayores. Estas movilizaciones fueron organizadas por los mismos grupos «alegales» que participaron en los disturbios ocurridos el pasado domingo en Vitoria en respuesta a una concentración de la Falange Española.
Reacciones y críticas
El consejero agradeció el esfuerzo y la labor de la Ertzaintza durante la jornada, resaltando el despliegue realizado. En relación a las acusaciones de un joven que afirma haber sido herido durante las cargas policiales, Zupiria subrayó que no existe ninguna denuncia registrada ni ante la Ertzaintza ni en los juzgados. Esta situación fue objeto de debate por parte del parlamentario de EH Bildu, Arkaitz Rodríguez, quien calificó el asunto de «muy grave» y reiteró la opinión de su formación de que la concentración de la Falange «no debería haberse permitido».
El presidente del PNV, Aitor Esteban, también se pronunció sobre las movilizaciones, señalando que, aunque no cree que tengan un impacto político significativo, considera que la respuesta de la ciudadanía vasca es motivo de orgullo. Esteban expresó: «La gente ha reaccionado y creo que es motivo de orgullo. Sin embargo, si tendrá influencia política… no creo que Israel nos esté mirando. Las denuncias deben hacerse, pero no creo que una huelga logre antes una paz sólida».
Este contexto muestra la complejidad de las manifestaciones en Euskadi, donde la expresión de solidaridad con Palestina se entrelaza con la gestión de la seguridad pública y las tensiones políticas locales.