El reciente bombardeo ruso en Kiev ha causado la muerte de al menos 21 personas, incluidos cuatro niños, lo que ha llevado al presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, a exigir respuestas de China y Hungría. La corresponsal María Senovilla, colaboradora de Atalayar, analizó la situación en el programa “De cara al mundo” de Onda Madrid, describiendo este ataque como uno de los peores vividos hasta la fecha.
En la madrugada del miércoles al jueves, Rusia lanzó un ataque masivo utilizando casi 600 drones y 31 misiles, de los cuales 11 eran hipersónicos. La devastación se centró en bloques residenciales y otras infraestructuras urbanas, afectando a una decena de distritos de la capital ucraniana. Esta estrategia, que incluyó el uso de drones señuelo, buscaba confundir a la defensa antiaérea ucraniana al dificultar la identificación de los objetivos reales.
Un ataque con múltiples significados
Senovilla subrayó el simbolismo de este ataque, dado que se produce en medio de esfuerzos diplomáticos para alcanzar la paz. Sin embargo, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha mostrado escaso interés en cesar las hostilidades. Este contexto de creciente violencia se intensifica, especialmente tras el aumento de los ataques ucranianos en territorio ruso, lo que puede interpretarse como una respuesta a la escalada del conflicto.
El uso de drones de larga distancia por parte de Ucrania ha cambiado la dinámica en el frente, permitiendo llevar a cabo ataques estratégicos contra objetivos militares rusos. Estas acciones son vistas como una forma de resistencia, lo que refleja una necesidad de Ucrania de adaptarse a la nueva realidad del conflicto, especialmente ante la aparente disminución del apoyo militar de los Estados Unidos.
Las consecuencias de los recientes ataques rusos han sido notables, con filas en gasolineras rusas debido a la falta de suministro de gasolina tras los bombardeos a refinerías en Ucrania. La Unión Europea ha renovado su apoyo a Ucrania tras el ataque a su sede en Kiev, que, aunque no dejó daños personales, fue considerado un acto intencionado contra la representación europea en el país.
La respuesta de la comunidad internacional
Zelensky ha puesto el foco en la necesidad de que países como China se posicionen en este conflicto. A pesar de su silencio, la nación asiática ha sido señalada por su suministro de componentes esenciales para la fabricación de drones, lo que ha permitido a Rusia incrementar su arsenal aéreo en el frente. La disparidad en el número de drones entre ambos países es alarmante, con Rusia superando a Ucrania en una proporción de hasta 15 a 1 en algunos sectores.
Por otro lado, Hungría ha sido criticada por su postura prorrusa dentro de la Unión Europea. Zelensky ha instado a que se tomen medidas contra este país, recordando los fondos que recibió para modernizar infraestructuras a cambio de un compromiso más firme con el apoyo a Ucrania.
A medida que la guerra continúa, la situación en el Donbás refleja un conflicto en evolución, con avances de las tropas rusas en algunos frentes y contraofensivas ucranianas que han logrado recuperar terreno. La lucha se intensifica y las dinámicas del conflicto siguen cambiando, dejando a Ucrania en una posición crítica mientras busca el respaldo internacional necesario para enfrentar esta crisis.
