La tensión en el Caribe se intensifica a medida que Estados Unidos refuerza su despliegue naval y aéreo en la región, lo que ha llevado a Venezuela a exhibir sus alianzas estratégicas con Rusia, China e Irán. El Gobierno venezolano, consciente de la presión externa, ha multiplicado gestos hacia estos países, buscando mostrar una fortaleza política ante la adversidad.
Desde la perspectiva oficial, el presidente Nicolás Maduro ha enfatizado la importancia de una asociación estratégica con Moscú, Beijing y Teherán. Sin embargo, los analistas advierten que los límites de este apoyo, especialmente en el ámbito militar, son evidentes. Aunque el Kremlin ha respaldado públicamente a Maduro a través de diversas declaraciones, la posibilidad de que Rusia abra un segundo frente en su confrontación con Occidente es vista como improbable.
Relaciones con Rusia y las expectativas militares
En octubre, un avión Il-76 aterrizó en Caracas, lo que alimentó rumores sobre la llegada de sistemas de defensa como los Pantsir y Buk, aunque Moscú no ha confirmado tales entregas. Durante una reciente conversación, el ministro ruso Serguéi Lavrov negó que Venezuela haya solicitado ayuda militar formalmente, a pesar de que Maduro habló de una “cooperación militar estrecha”.
El presidente Vladimir Putin ratificó el acuerdo de cooperación estratégica firmado en mayo, mientras que Venezuela prorrogó por 15 años la operación de dos empresas petroleras mixtas ruso-venezolanas y aumentó la frecuencia de vuelos a Moscú. Sin embargo, el hermetismo de las autoridades rusas sugiere que cualquier cooperación militar puede ser limitada.
China e Irán: aliados cautelosos
En cuanto a China, su relación con Venezuela se mantiene dentro de un marco de “estados soberanos”, evitando compromisos que puedan llevar a una confrontación directa con EEUU. Pekín ha instado a Washington a actuar dentro de los marcos jurídicos internacionales y ha rechazado intentos de desestabilización en América Latina. Aunque Venezuela adquiere armamento chino, no existe un acuerdo público de defensa entre ambos países, lo que limita la posibilidad de una intervención militar.
Por su parte, Irán ha expresado su respeto por la soberanía venezolana frente a las maniobras militares estadounidenses. El portavoz de Exteriores iraní, Ismail Baghaei, afirmó que Venezuela es capaz de defenderse “por sí misma”, calificando la actuación de EEUU como una violación de la Carta de la ONU. A pesar de la firma de un acuerdo de cooperación estratégica de veinte años en 2022, los analistas consideran poco probable que Irán se involucre militarmente en un eventual conflicto, especialmente tras el desgaste sufrido en la reciente guerra con Israel.
A medida que la situación en la región se vuelve más tensa, Venezuela continúa exhibiendo alianzas de peso, aunque hasta el momento, ninguno de sus aliados ha mostrado disposición a involucrarse militarmente frente a las acciones de EEUU.
