El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha confirmado este lunes su intención de presentar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el año 2026. En declaraciones realizadas durante una entrevista en TVE, Sánchez destacó que, en caso de que los presupuestos sean rechazados por las Cortes Generales, no convocará elecciones, subrayando que «no hay que confundir el instrumento con el fin».
Durante la entrevista, el líder del Ejecutivo enfatizó que los presupuestos son «un instrumento, no un fin en sí mismo». El objetivo principal, según sus palabras, es «crecer, crear empleo», lo que está en línea con la actual recuperación de la economía española. «El fin es reducir la desigualdad y hacer la agenda de transformación», añadió Sánchez.
Compromiso con los fondos europeos
El presidente también destacó la importancia de «vehicular y gestionar» los fondos europeos, cuya utilización se extiende hasta el 31 de diciembre de 2026. Ante la inminente presentación de los presupuestos, Sánchez se mostró decidido a «pelear» por su aprobación en el Parlamento, asegurando que, en caso de ser tumbados, el Gobierno continuaría operando con los presupuestos actuales.
Cuando se le preguntó sobre sus declaraciones de 2018, donde instaba al entonces presidente Mariano Rajoy a someterse a una cuestión de confianza si no conseguía aprobar los presupuestos, Sánchez explicó que la situación actual es diferente, ya que cuenta con un marco presupuestario que le permite avanzar en su agenda social y en la inversión de fondos europeos.
Reacciones y expectativas
El anuncio ha suscitado diversas reacciones en el ámbito político, con grupos parlamentarios expresando sus posiciones sobre el contenido y la viabilidad de los próximos presupuestos. La capacidad del Gobierno para implementar su agenda dependerá en gran medida del apoyo que logre reunir en las Cortes Generales, un factor que podría determinar el futuro político de Sánchez.
Con la economía española mostrando señales de recuperación, el presidente parece tener un camino claro hacia la presentación de los presupuestos, aunque el rechazo de los mismos podría abrir un debate profundo sobre la estabilidad del Gobierno. La situación es tensa, y todos los ojos estarán puestos en las próximas semanas, cuando se inicie el debate en torno a los presupuestos.
