Aprobar una oposición es un desafío significativo, y los aspirantes a la Guardia Civil se encuentran ante una prueba aún más difícil debido a la reducción del tiempo de preparación. El examen, programado para el 6 de septiembre de 2023, ha llevado a más de 27.000 opositores a intensificar sus esfuerzos en los días previos a la cita. Este año, los candidatos deben enfrentarse a un riguroso examen teórico y físico, con un total de 3.118 plazas disponibles.
Carlos, un joven de 25 años de Zaragoza, reconoce que la preparación para esta prueba implica un sacrificio considerable: «Supone dejar aparcados diferentes aspectos de tu vida social para poder llegar a todo». Para maximizar su rendimiento, ha establecido un régimen estricto, dedicando las mañanas al estudio y las tardes al entrenamiento físico y pruebas psicotécnicas.
Un cronograma desafiante
La convocatoria de este año ha sido inusual, ya que la fecha del examen teórico se ha adelantado casi un mes respecto a lo habitual, que suele ser a finales de septiembre o principios de octubre. «Hemos tenido menos tiempo para prepararlo, ha sido a contrarreloj y eso se nota», explica Carlos. A medida que se acerca el día de la prueba, los nervios aumentan, aunque el joven asegura que intentará abordarlo con «calma».
La Academia Avanza, situada en Zaragoza, ha estado preparando a cientos de opositores, brindando apoyo en diversas áreas, incluida la Guardia Civil. Según el director de la academia, José María Grandal, este año han tenido picos de 200 estudiantes en algunos momentos del curso, con alrededor de 100 presentándose a esta convocatoria específica. Grandal destaca que «es mucho temario en poco tiempo», y subraya la importancia de la asistencia a clase, así como de un mínimo de 5 a 6 horas de estudio diario.
Desafíos adicionales y cambios en el formato del examen
Además del apretado calendario, los opositores deben adaptarse a un nuevo formato que ha reducido la duración del examen, que se celebrará en un único día. Este cambio responde a las controversias que surgieron en convocatorias anteriores, donde se cuestionó la imparcialidad del proceso. El año pasado, una filtración de exámenes llevó a la suspensión de la segunda jornada, lo que generó desconfianza entre los aspirantes.
El examen al que se enfrentarán los opositores consiste en una prueba de concurso-oposición, donde se evalúan aspectos como el nivel de estudios, idiomas y carné de conducir. La fase principal incluye un examen escrito que abarca conocimientos generales, ortografía, gramática, inglés y psicotécnicos. Superados estos, los aspirantes deberán afrontar una prueba física y una entrevista personal.
De acuerdo con las fechas oficiales, aquellos que superen las pruebas comenzarán su formación en las academias de la Guardia Civil, ubicadas en Baeza o Valdemoro, a partir del 27 de octubre de 2025. La presión y el esfuerzo de los opositores reflejan el compromiso con un futuro en las fuerzas de seguridad del estado, un camino que, aunque arduo, es profundamente valorado por quienes deciden emprenderlo.