El canciller alemán, Friedrich Merz, defendió este jueves ante el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que el reconocimiento de Palestina como Estado debería ser el último paso en la solución del conflicto entre israelíes y palestinos. Esta declaración tuvo lugar durante la primera visita oficial de Merz a España desde que asumió el cargo en mayo de 2023.
En su encuentro en el Palacio de la Moncloa, ambos líderes coincidieron en criticar la grave situación humanitaria que atraviesa Gaza, aunque sus posturas divergen en cuanto a la relación con Israel. Mientras que Sánchez defendió la posición de su Gobierno, Merz se mostró reticente a reconocer a Palestina en este momento, subrayando que es posible criticar la política del Ejecutivo israelí sin incitar al odio contra la comunidad judía.
Discrepancias en el enfoque hacia Israel
La reunión entre Merz y Sánchez se centró en la búsqueda de soluciones diplomáticas al conflicto, donde ambos líderes expresaron su preocupación por la escalada de violencia en la región. Sin embargo, la propuesta de Merz de posponer el reconocimiento de Palestina como Estado contrasta con la postura más favorable al diálogo que ha mantenido España.
Merz argumentó que el reconocimiento prematuro podría complicar aún más la situación y abogó por un enfoque que priorice el establecimiento de un diálogo constructivo entre ambas partes. En este contexto, el canciller alemán enfatizó que la crítica a las acciones del Gobierno israelí debe ser responsable y no debe cruzar la línea hacia el antisemitismo.
Reacciones y próximos pasos
La reunión ha despertado un amplio interés en el ámbito político europeo, ya que refleja las diferentes estrategias que están adoptando los países en su relación con el conflicto israelo-palestino. La posición de Sánchez podría ser vista como un intento de fortalecer la influencia de España en la política exterior de la Unión Europea, mientras que Merz intenta consolidar una posición más cautelosa.
Ambos líderes acordaron continuar el diálogo y explorar vías para mejorar la situación humanitaria en Gaza, reconociendo que la paz en la región requiere un enfoque multilateral que involucre a diversas naciones y organismos internacionales.
La discrepancia en sus posiciones pone de manifiesto los desafíos que enfrenta la diplomacia europea en un contexto tan delicado, y la necesidad de mantener un equilibrio entre la crítica constructiva y la promoción de la paz en la región.