El canciller alemán Friedrich Merz ha puesto en marcha una estrategia dual para confrontar el auge de la ultraderecha en Alemania, representada por el partido Alternativa para Alemania (AfD). Por un lado, Merz busca frenar el avance de un partido que considera que «quiere destruirnos» y con el que «no compartimos nada». Por otro, apunta a la inmigración como culpable de generar un «paisaje urbano» inseguro, lo que incluye la propuesta de expulsiones como respuesta.
La AfD ha ido ganando terreno en las encuestas, posicionándose en algunas de ellas como la primera fuerza en intención de voto. Esta situación ha llevado a Merz y a su bloque conservador a redefinir sus políticas en un intento por recuperar la confianza de los votantes. En este contexto, el canciller ha manifestado que es urgente adoptar medidas más estrictas respecto a la inmigración, destacando la necesidad de un enfoque que garantice la seguridad en las ciudades alemanas.
Medidas contundentes ante el avance de la ultraderecha
El discurso de Merz refleja un cambio notable en la estrategia del bloque conservador, que tradicionalmente ha mantenido una postura más moderada respecto a la inmigración. Sin embargo, el partido AfD ha capitalizado el descontento popular, lo que ha llevado a los conservadores a replantearse su enfoque para evitar perder más electores. Según los últimos sondeos, la AfD podría alcanzar hasta un 30% de los votos en las próximas elecciones, lo que ha encendido las alarmas dentro de la CDU/CSU, la coalición conservadora.
En este clima de incertidumbre, las declaraciones de Merz apuntan a un endurecimiento de las políticas migratorias. «Debemos abordar la inseguridad con medidas claras y efectivas», ha afirmado, enfatizando que la inmigración debe ser controlada rigurosamente para evitar que se convierta en un problema para la sociedad.
Impacto social y político de la estrategia de Merz
La estrategia de Merz no solo busca frenar a la AfD, sino que también tiene implicaciones profundas en el tejido social alemán. La polarización en torno a la inmigración ha generado un debate intenso entre los diferentes sectores de la sociedad. Mientras algunos consideran necesarias las medidas propuestas, otros advierten que este enfoque podría fomentar la xenofobia y la división social.
A medida que se acercan las elecciones, la presión sobre el bloque conservador aumentará, y será crucial observar cómo los votantes reaccionan a esta nueva retórica. El éxito o fracaso de la estrategia de Merz podría determinar no solo el futuro de la CDU, sino también la dirección política de Alemania en los próximos años. En este sentido, el canciller se enfrenta a un periodo decisivo que podría redefinir la política del país frente a la creciente influencia de la ultraderecha.