Emmanuel Macron, presidente de Francia, ha decidido instar a su Gobierno a imponer restricciones más severas a los visados diplomáticos argelinos, en un contexto de creciente tensión política entre Francia y Argelia. Esta medida surge de la reciente discordia diplomática provocada por el apoyo de Francia a la propuesta de autonomía de Marruecos sobre el Sahara Occidental, una posición que ha sido rechazada de manera contundente por el Estado argelino.
En este marco, el Gobierno francés ha comenzado a implementar restricciones adicionales en la expedición de visados diplomáticos para ciudadanos argelinos que deseen ingresar al país. Según fuentes oficiales, se argumenta que Argelia no ha colaborado adecuadamente en la repatriación de ciudadanos deportados y ha mostrado deficiencias en el manejo de la migración irregular.
Francia busca apoyo europeo
En una carta dirigida al primer ministro francés, François Bayrou, y difundida por la agencia Reuters, Macron destacó que las crecientes dificultades en cuestiones de migración y seguridad requieren una postura más firme hacia Argelia. El presidente también solicitó al ministro de Asuntos Exteriores, Jean-Noë Barrot, que informara oficialmente a Argel sobre la suspensión de un acuerdo de 2013 que eximía de visado a los titulares de pasaportes diplomáticos y oficiales.
Francia ahora busca la connivencia de la Unión Europea para prohibir los visados Schengen a los argelinos. Esta solicitud fue activada a través del Ministerio del Interior francés y se refiere a la emisión de visados de corta duración para funcionarios argelinos cubiertos por el mencionado acuerdo. Sin embargo, la situación es compleja, ya que el artículo 22 del Acuerdo de Schengen estipula que un Estado miembro puede solicitar consultas previas a otros Estados miembros para examinar solicitudes de visado de nacionales de terceros países, aunque está prohibido hacerlo por motivos puramente políticos.
Tensiones crecientes
Francia puede justificar su posición alegando un aumento de la migración irregular y la falta de cooperación de Argelia en la repatriación de migrantes rechazados. En consecuencia, el Gobierno francés está adoptando medidas para gestionar el espacio Schengen y restringir las opciones de visado para el cuerpo diplomático argelino, así como para estudiantes y trabajadores.
Estos acontecimientos se producen en un momento delicado, dado que Francia ha emitido una orden de arresto internacional contra Salaheddine Salloum, ex primer secretario de la Embajada de Argelia en París, por su supuesta participación en una organización criminal terrorista. Este hecho añade más tensión a las relaciones ya deterioradas entre ambos países.
La iniciativa francesa busca «europeizar» su crisis con Argelia, utilizando el espacio Schengen como herramienta para ampliar y generalizar las medidas restrictivas. Esto incluye la suspensión del acuerdo de exención de visados diplomáticos y la reducción de los visados de estudio, trabajo y reunificación familiar para los argelinos. Esta estrategia parece diseñada para obstaculizar el acceso de los argelinos al territorio europeo, en respuesta al conflicto político que ha surgido tras el apoyo francés a Marruecos en la disputa sobre el Sahara Occidental.
Analistas y medios como Al-Arab señalan que esta situación podría considerarse un ajuste de cuentas entre Francia y Argelia, reflejando las complejas dinámicas políticas en juego en la región.