La película ‘La voz de Hind’, dirigida por Kaouther Ben Hania, ha recibido varios premios, incluidos el Gran Premio Especial del Jurado en el Festival de Venecia y el del público en el SSIFF, con la mayor puntuación de su historia. Este reconocimiento no es casual, ya que el filme ofrece un testimonio impactante sobre la situación en Gaza, abordando una de las crisis humanitarias más graves de nuestro tiempo.
La trama gira en torno a la historia de Hind Rajab, una niña atrapada en un automóvil rodeada de familiares asesinados, mientras intenta contactar a la Media Luna Roja para recibir ayuda. A través de grabaciones reales de sus llamadas, Ben Hania reconstruye una espera angustiante, sumergiendo al espectador en un ambiente claustrofóbico que refleja la desesperación de la situación. La película tiene una duración de 89 minutos y se estrenará en 2025.
Un alegato contra la deshumanización
El filme no solo destaca por su contenido artístico, sino también por la poderosa declaración social que realiza. La voz de Hind noquea al público por la legitimidad de su denuncia y la necesidad de visibilizar la ignominia que se vive en Gaza. Tal y como se evidenció en la presentación de la película en Venecia, donde el público permaneció en pie durante más de veinte minutos, la obra no deja a nadie indiferente.
La directora, que ya sorprendió con sus anteriores trabajos como ‘El hombre que vendió su piel’ (2020) y ‘Las cuatro hijas’ (2023), utiliza su plataforma para abordar temas de gran relevancia social. En este caso, su objetivo es desenmascarar la deshumanización provocada por el conflicto, presentando una visión cruda y sin adornos que contrasta con la vida cotidiana de las víctimas. La contraposición entre las imágenes de las víctimas y las de su vida normal proporciona un impacto emocional que desarma cualquier intento de justificación.
Impacto emocional y crítica social
El enfoque de Kaouther Ben Hania se basa en un testimonio real, lo que añade una capa de autenticidad a su narrativa. La interacción entre la voz de la niña y las interpretaciones ficticias de los adultos de la Media Luna Roja tiene un efecto devastador, evidenciando el sufrimiento que se vive en la región. Sin embargo, aunque la película es poderosa en su mensaje, algunos críticos señalan que la dramatización puede caer en el histerismo, lo que podría restarle fuerza a la denuncia que pretende hacer.
La voz de Hind es un recordatorio de que, en medio de la tragedia, hay historias individuales que merecen ser contadas y escuchadas. Este filme no solo es una obra cinematográfica, sino un llamado a la acción y a la reflexión sobre la realidad que viven miles de personas que, como Hind, siguen sufriendo día tras día sin esperanza de rescate.
