La reciente decisión de suprimir la parada del AVE en Otero de Sanabria, una pequeña localidad de la provincia de Zamora, ha generado un fuerte malestar entre los habitantes de la comarca. El 9 de junio de 2023, el alcalde de Otero, junto con diversos grupos locales, expresó su rechazo a esta medida que elimina la conexión de los dos primeros trenes matutinos con Madrid, argumentando que se priorizan los intereses de otras ciudades como Vigo.
La eliminación de estas paradas matutinas, que eran utilizadas mayormente por los viajeros que se dirigían a la capital provincial, refleja una tendencia preocupante en la política de transporte que afecta a las áreas más despobladas de España. El actual ministro de Transportes, Óscar Puente, y el alcalde de Vigo, Abel Caballero, justificaron la medida como parte de un intento de reducir el tiempo de viaje entre Vigo y Madrid.
Impacto en la comunidad y respuestas locales
La reacción en la provincia ha sido unánime: la supresión del AVE es vista como un nuevo golpe a una zona que ya sufre de despoblación y envejecimiento. El actor Antonio Resines ha liderado una campaña de apoyo, mientras que las pancartas en la comarca claman: “Luces en Vigo, sombras en Sanabria”. Este malestar ha llevado a la Junta de Castilla y León a prometer una nueva línea de autobús para conectar la localidad con otras ciudades como Madrid y Vigo.
La situación en Otero de Sanabria es un reflejo de un problema más amplio que enfrenta el Noroeste de España. Según datos del INE, las provincias de este cuadrante se encuentran entre las más desfavorecidas del país, sufriendo un continuo descenso de la población en contraste con el crecimiento que se observa a nivel nacional.
Un futuro incierto para el Noroeste
El Noroeste de España, que incluye provincias como León y Zamora, enfrenta desafíos significativos: un envejecimiento acelerado y una tasa de actividad laboral que se sitúa muy por debajo de la media nacional. A pesar de que la población española creció en 1,6 millones de habitantes entre 2021 y 2025, provincias como León y Zamora han perdido una cantidad considerable de habitantes, lo que evidencia la falta de oportunidades en la región.
El descontento social en estas áreas ha comenzado a manifestarse en el ámbito político, donde el autonomismo leonés empieza a resurgir, especialmente en un contexto electoral cada vez más polarizado. Las decisiones sobre infraestructuras, como la eliminación de paradas de tren, son vistas como una provocación que agrava la situación de abandono y falta de atención a las necesidades locales.
En este sentido, la eliminación del AVE en Otero de Sanabria no es solo un problema de transporte, sino un síntoma de una crisis más profunda que afecta a la identidad y futuro de toda una región. Si bien la política nacional busca equilibrar las necesidades de las grandes ciudades, el Noroeste continúa siendo una periferia olvidada, donde la miseria y la soledad se asoman a muchas puertas.
