La representante especial del secretario general de las Naciones Unidas en Libia, Hannah Tetteh, ha destacado la importancia de Marruecos en la elaboración de una nueva hoja de ruta para el país norteafricano, que se anunciará el 21 de agosto de 2023. Su visita a Rabat estuvo marcada por la presentación de propuestas dirigidas a uno de los centros más relevantes para la toma de decisiones en la región, subrayando la necesidad de contar con la perspectiva marroquí para entender la compleja realidad libia.
Tetteh expresó su aprecio por el papel facilitador de Marruecos en el diálogo entre las diferentes facciones libias, elogiando el apoyo constante que el Reino ha brindado a los esfuerzos de la ONU para avanzar en el proceso político. En su reunión con el ministro de Relaciones Exteriores marroquí, Nasser Bourita, enfatizó que Libia atraviesa un momento delicado, caracterizado por tensiones de seguridad y un panorama electoral complicado.
Marruecos como mediador clave
La política del rey Mohamed VI hacia Libia ha estado orientada a garantizar la unidad del Estado y la sociedad libia, promoviendo la seguridad y la estabilidad. Tetteh ha señalado que la visión marroquí se centra en la restauración de la soberanía estatal y en facilitar un entorno propicio para elecciones que reflejen la voluntad del pueblo libio.
Durante los catorce años de crisis en Libia, la intervención marroquí ha sido crucial. Desde la Conferencia de Diálogo en Skhirat, que resultó en el acuerdo político del 5 de diciembre de 2015, hasta las reuniones en Bouznika y Tánger, Marruecos ha demostrado ser un espacio de confianza y diálogo entre las diversas partes libias. Este enfoque ha permitido abordar diferencias y buscar soluciones pacíficas a la crisis.
Reacciones y expectativas libias
Los líderes libios reconocen la neutralidad positiva de Marruecos en el conflicto, afirmando que el Reino no apoya a ningún bando en particular, sino que prioriza siempre los intereses del pueblo libio. Esta postura ha permitido que Marruecos se situe como un mediador respetado y valorado por las partes en conflicto.
La satisfacción de los libios por las reuniones en Marruecos se debe a su enfoque no intervencionista y al respeto por la voluntad del pueblo. Esta actitud ha generado un ambiente propicio para el diálogo, donde se busca avanzar hacia una solución que contemple la reconciliación nacional y la estabilidad política.
La declaración de Nasser Bourita durante una reunión en Bouznika también resalta la intención de Marruecos de continuar apoyando a Libia en su transición política, enfatizando que cualquier solución debe surgir de un diálogo interno libre de presiones externas. Esta postura ha sido bien recibida por los líderes libios que ven en la mediación marroquí un camino hacia la paz y la unidad.
En conclusión, el papel de Marruecos en el proceso de reconciliación libia es considerado fundamental por las partes involucradas. Con un liderazgo firme y una política clara, el Reino se posiciona como un aliado estratégico en la búsqueda de soluciones duraderas para la crisis en Libia, promoviendo un entorno de diálogo y entendimiento entre los libios.