La Plaza del Juez Borrull, ubicada entre Gobernador y Guitarrista Tárrega, en el distrito 3 de Castellón, tiene su origen en un libro escrito en 1920 por Vicente Gimeno Michavila, abuelo del autor contemporáneo José Luis Gimeno. Este libro, titulado Las calles de Castellón, se concibió como un compendio que explicaba a los vecinos el significado de los nombres de las calles de su ciudad, fomentando un sentido de orgullo local y una conexión con su historia.
El Juez Francisco Javier Borrull nació en Valencia el 3 de diciembre de 1745 y se convirtió en un destacado jurista, ocupando importantes cargos en la Audiencia de Valencia y el Santo Oficio. Su legado incluye obras sobre los fueros de Valencia y la distribución de las aguas del Turia, entre otros temas. Falleció el 29 de mayo de 1838, dejando gran parte de su patrimonio, incluyendo propiedades en Castellón, a instituciones benéficas.
El legado del Juez Borrull y su plaza
La historia de la Plaza del Juez Borrull es también un reflejo de la evolución cultural y política de España. En una sesión celebrada el 20 de junio de 1975, se acordó renombrar la plaza anteriormente conocida como Plaza de Herrero Tejedor, buscando evitar cualquier referencia dolorosa relacionada con la Guerra Civil. Se propuso el nombre de Borrull como un homenaje a su figura y su contribución a la historia local.
El abogado y político Fernando Herrero Tejedor, cuyo nombre también estuvo asociado a la plaza, tuvo una vida marcada por su compromiso político y su conexión con Castellón. Nació el 30 de agosto de 1920 y falleció en un accidente de tráfico el 12 de julio de 1975. Su funeral, celebrado en Madrid, fue un evento multitudinario que evidenció el cariño y respeto que los castellonenses le profesaban.
El contexto histórico de Castellón
La Plaza del Juez Borrull, junto a la antigua estación de ferrocarril conocida como Panderola, se sitúa sobre el solar del antiguo Molino Roder, propiedad del Juez Borrull. Este lugar, que ha sido testigo de la transformación de Castellón a lo largo de los años, mantiene viva la memoria de sus personajes ilustres y su historia. La conexión de Borrull con la ciudad y su legado perduran en la memoria colectiva de sus habitantes, quienes continúan rindiendo homenaje a su figura.
El libro de Vicente Gimeno y la historia de la plaza son un claro ejemplo de cómo la cultura local se entrelaza con la historia política y social de España, recordando a las futuras generaciones la importancia de conocer y preservar su patrimonio cultural.
