La lucha por la igualdad en España ha estado marcada por momentos de gran tensión y conflictos legales que han dejado una huella indeleble en la historia del país. A lo largo de los siglos, la exclusión y la opresión han sido constantes, desde las palabras de un joven autor en el siglo XVI hasta las recientes controversias sobre la amnistía. Este recorrido histórico se convierte en un espejo que refleja la evolución del pensamiento y la justicia en la sociedad española.
Un legado de opresión y resistencia
En el siglo XVI, un joven de dieciocho años escribió «La servidumbre voluntaria», donde afirmaba que todos los hombres eran creados iguales. Sin embargo, la realidad de la época contradice esta afirmación. Las mujeres, excluidas del ámbito político, no obtuvieron el derecho al voto en Francia hasta 1947, y en España, su inclusión en el proceso democrático no llegó hasta 1931, aunque el régimen de Franco se encargó de revertir esos avances.
El General Pavía entró en las Cortes en 1874, poniendo fin a la Segunda República, y con ello, a la posibilidad de aprobar una Constitución que reconociera la soberanía popular, como se indicaba en su artículo 42. La II República fue un intento de construir un estado más justo, donde por fin se reconocía que «todos los españoles son iguales ante la ley», tal como se afirmaba en su artículo 2.
Una justicia cuestionada
La historia reciente muestra que la lucha por la igualdad y la justicia sigue siendo un camino lleno de obstáculos. La Constitución Española de 1978, a menudo comparada con la obra de Orwell, ha sido objeto de críticas por su aplicación inconsistente. La fiscal del Tribunal Constitucional, en un intento de justificar la falta de respuesta a las demandas sobre el artículo 14, sugirió que «no hay que tomarse al pie de la letra» los principios fundamentales de igualdad.
Este tipo de declaraciones pone en tela de juicio el verdadero compromiso con la justicia en un sistema donde, como se indica, «algunos son más iguales que otros». La reciente amnistía, considerada por algunos como una decisión controvertida, ha generado debates sobre la legitimidad de la interpretación de la ley. La perplejidad de la opinión pública es evidente cuando se da cuenta de que solo uno de los siete magistrados progresistas consideró inconstitucional dicha medida.
La historia de la política española está llena de autogolpes y violaciones de la legalidad, desde Fernando VII hasta M. Rajoy. Este último violó el artículo 155.2 de la CE78 al no dar instrucciones adecuadas durante la crisis catalana, usurpando funciones que no le correspondían. Estos actos no solo distorsionan la realidad política, sino que también alimentan la desconfianza en las instituciones.
En resumen, la lucha por la igualdad y la justicia en España es un proceso que ha estado marcado por la opresión y la resistencia. La historia nos enseña que el camino hacia la verdadera igualdad es arduo y que es fundamental recordar y reflexionar sobre los errores del pasado para construir un futuro más justo.