La obra titulada ‘Las calles de Castellón’, escrita por Vicente Gimeno Michavila en 1920, tiene como objetivo dar a conocer la historia de su ciudad a través de los nombres de sus calles. Este pequeño manual, concebido para que los vecinos comprendieran el significado detrás de cada denominación, se convirtió en un recurso valioso para fomentar el orgullo local y el conocimiento histórico.
La primera edición de este libro fue publicada hace más de un siglo y, aunque sencilla, contenía información accesible y amena que resonaba con los habitantes de Castellón. En 1995, se realizó una actualización del texto original, manteniendo su esencia y añadiendo detalles contemporáneos que enriquecen la comprensión de la ciudad.
El legado de don Claudio Moyano
Uno de los personajes destacados en la obra es don Claudio Moyano, un político español que formó parte del partido moderado y que ocupó la cartera de Instrucción Pública. Moyano es conocido principalmente por ser el autor de la ley de Instrucción Pública de 1857, conocida como la ley de Moyano, la cual sentó las bases de la organización educativa en España y cuyas disposiciones aún se aplican en la actualidad.
El libro menciona un acuerdo del 26 de septiembre de 1906, donde se decidió que la calle situada en la fachada posterior del Teatro Principal y la lateral de la escuela en construcción en la calle Herrero llevara el nombre de Moyano. Esta decisión no solo honra a un ilustre político, sino que también sirve para recordar la importancia de la educación en la sociedad española.
Un legado que perdura
La historia de ‘Las calles de Castellón’ no solo refleja el pasado, sino que también invita a las nuevas generaciones a explorar y comprender sus raíces. A través de relatos como el de Moyano, se vislumbra un legado que trasciende el tiempo y que resalta la importancia de la identidad local.
Así, el trabajo de Vicente Gimeno Michavila continúa siendo un faro de conocimiento para los castellonenses, que encuentran en las calles de su ciudad no solo un simple camino, sino un relato lleno de historia y significado. La obra se erige como un recordatorio del orgullo de pertenecer a una comunidad rica en cultura e historia.
