El profesorado de Cantabria ha decidido intensificar sus protestas esta semana con una jornada de huelga que ha tenido lugar en los Centros de Educación de Personas Adultas (CEPAs), conservatorios y escuelas de arte. La protesta incluyó una concentración frente al Paraninfo de la Universidad de Santander, donde se celebraba el acto de apertura del curso académico, al que asistieron la presidenta autonómica, María José Sáenz de Buruaga, y el consejero de Educación, Sergio Silva.
Los manifestantes expresaron su descontento llenando la fachada del edificio con barquitos de papel, un gesto simbólico que representa la unidad y el rechazo a la situación que llevan arrastrando durante meses. Aunque se han dado pasos hacia un acuerdo sobre la subida salarial que el sector reclama desde hace años, persiste un obstáculo significativo: la conocida como ‘cláusula Silva’, nombre que deriva del apellido del titular de la materia.
El pacto alcanzado entre el Gobierno regional y los sindicatos establece un incremento de 180 euros mensuales, que se aplicaría de forma lineal a lo largo de los próximos cinco años. Sin embargo, el problema radica en que Sergio Silva quiere condicionar esta subida a la aprobación de los presupuestos autonómicos, un requisito que los sindicatos consideran inaceptable. Argumentan que este tipo de condiciones no se imponen en otros acuerdos sectoriales, como en sanidad o justicia, y por lo tanto, no ven razones para aplicarlo al ámbito educativo.
Los docentes tienen claro su mensaje: «O se retira la cláusula Silva, o se retira él», una frase que se ha convertido en el lema de las protestas. Por su parte, el consejero de Educación defiende la necesidad de este requisito, argumentando que es una manera de evitar compromisos imposibles de cumplir.
Si en las próximas semanas no se llega a un acuerdo, está previsto que se realicen nuevas jornadas de huelga los días 7 y 8 de octubre, esta vez centradas en las enseñanzas de idiomas de régimen especial. La situación en el sector educativo de Cantabria continúa siendo tensa y la comunidad docente se mantiene firme en su lucha por obtener condiciones laborales justas y dignas.