La cesta de la compra ha experimentado un aumento del 16% desde 2021, a pesar de que en los últimos meses se ha frenado su escalada. Según un análisis de EL PAÍS, el impacto del encarecimiento de los alimentos ha sido mitigado por un cambio en los hábitos de consumo de los españoles, que han reducido cantidades y optado por marcas blancas y promociones.
El Índice de Precios al Consumo (IPC) registró en julio un aumento del 2,7%, un incremento considerablemente menor que el 10,8% que se alcanzó en el mismo mes de 2021. Este cambio en la tendencia refleja que, aunque los precios siguen subiendo, la presión inflacionaria no es tan intensa como en años anteriores. En julio, los alimentos también se encarecieron un 2,7%, pero algunos productos, como el aceite de oliva y el azúcar, han visto una notable disminución de precios.
Impacto en el gasto de los hogares
Desde el inicio de la crisis inflacionista provocada por la invasión rusa de Ucrania, el precio de los alimentos y bebidas no alcohólicas ha aumentado un 33%, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). A pesar de este aumento, los consumidores han adaptado sus compras. Un estudio revela que la cesta básica de alimentos que diseñó en su día el Ministerio de Consumo costaría actualmente 1.014,9 euros, lo que se traduce en un sobrecoste de 45,78 euros por persona al año. Para una familia de tres miembros, este gasto extra ascendería a 144,75 euros.
El gasto medio en alimentación por persona en 2022 fue de 1.786,97 euros. Si se aplica el incremento del 2,7% registrado en julio, se estima que el gasto anual aumentará en 48,24 euros, es decir, unos 4 euros más al mes. Esto representa un aumento del 14% respecto al gasto de 2021, que fue de 1.610,3 euros.
La variación en el gasto de la cesta básica es menos notable, dado que se trata de productos de primera necesidad. Sin embargo, el encarecimiento de los alimentos no se ha visto reflejado de manera uniforme en todas las categorías. En julio, de las 24 categorías de alimentos que conforman la cesta básica, 20 experimentaron aumentos de precio en comparación con el mismo mes del año anterior.
Variaciones de precios entre productos
El aceite de oliva, fundamental en la dieta mediterránea, ha sido uno de los productos más afectados por la crisis, con un aumento de precios superior al 30% desde 2021. A pesar de que se aplicó un IVA superreducido del 4%, su precio sigue siendo elevado. Los datos del Ministerio de Agricultura indican que el consumo anual per cápita de aceite de oliva ha disminuido de 4,01 litros en 2021 a 2,78 litros en 2024.
Por otro lado, otros alimentos como las legumbres, hortalizas y frutas frescas han visto incrementos significativos, del 8,8% y 8,4%, respectivamente. Mientras tanto, productos como las patatas, el yogur y el azúcar han experimentado descensos en sus precios, aunque su impacto en el total de la cesta es limitado.
La situación actual refleja un cambio en los patrones de consumo, donde los ciudadanos buscan alternativas más económicas ante el contexto inflacionario. Sin duda, la cesta de la compra sigue siendo un indicador clave de la economía familiar y el comportamiento de los consumidores en un entorno de precios fluctuantes.