La emblemática fábrica de tabacos La Belleza, ubicada en Santa Cruz de Tenerife, será transformada en once lujosas viviendas. Este proyecto, que ha suscitado opiniones encontradas, mantiene la fachada y la antesala del edificio como elementos protegidos, según el catálogo del Plan General de la capital tinerfeña.
El catedrático de Historia del Arte de la Universidad de La Laguna, Alberto Darias Príncipe, se ha mostrado crítico con la decisión de conservar solo la fachada, afirmando que se puede “dar por perdido” el inmueble. En declaraciones a EFE, Darias expresó su descontento, apuntando que la ciudad parece “algo así como las bambalinas de un teatro, un simple escenario”, y lamentó que el interior del edificio, que consideraba valioso, no se conserve.
Opiniones encontradas sobre la conservación
El arquitecto Fernando Beautell también ha defendido la necesidad de una protección total del inmueble, situado en la calle Pérez de Rozas. Beautell calificó como “bastante incoherente” la decisión de proteger únicamente la fachada y la primera crujía. Por su parte, la exconsejera de Cultura del Cabildo de Tenerife, Dulce Xerach, reconoció que no siempre es posible salvar la totalidad de los edificios históricos, pero ve positivo que se conserven algunos elementos que recuerden la importancia histórica del lugar.
Xerach comparó la situación con la transformación de antiguas fábricas en el puerto de Nueva York, donde estas estructuras se han convertido en lofts y apartamentos. La antigua fábrica de tabacos, que se encontraba “bastante deteriorada”, al menos mantendrá su fachada, lo que se considera un avance significativo para preservar su esencia.
El legado arquitectónico de La Belleza
La conservación de la primera crujía del edificio es relevante, ya que refuerza su carácter histórico y asegura la preservación del techo. Darias Príncipe no es excesivamente crítico con esta actuación, indicando que “prácticamente no quedaba otra posibilidad”, y subrayando que en el futuro habrá una referencia de lo que fue La Belleza.
Docomomo, una entidad internacional dedicada a la documentación y conservación de edificios del Movimiento Obrero, ha incluido este inmueble en su catálogo, reconociendo su valor arquitectónico. Originalmente, La Belleza formaba parte de un conjunto racionalista que incluía la vivienda y los jardines del propietario, que ya no existen, lo que ha mermado considerablemente su valor patrimonial.
Construido entre 1929 y 1930, el edificio destaca por su simetría en la fachada principal y el uso de molduras, lo que lo convierte en una de las obras más interesantes del arquitecto grancanario Miguel Martín Fernández de la Torre. Sin embargo, el inmueble sufrió un incendio que dañó gravemente su interior, y aunque algunas tiendas llegaron a establecerse en su interior, terminó en un estado de abandono total.
La transformación de La Belleza en viviendas de lujo ha abierto un debate sobre la protección del patrimonio industrial en Canarias, especialmente tras la inclusión de este tipo de edificaciones en la ley de Patrimonio de Canarias en 2019. La historia de este inmueble es un recordatorio de la importancia de conservar la identidad cultural y arquitectónica de las ciudades, incluso cuando se opta por un uso residencial moderno.