El exasesor del Ministerio de Transportes, Koldo García, recurrió a dos colaboradores para espiar y grabar de manera encubierta a miembros del PSOE. A través de un audio obtenido por EFE, se han desvelado detalles de una conversación mantenida durante una comida en un restaurante, donde se discutieron movimientos internos del partido.
En la grabación, un hombre y una mujer, referidos solo por sus nombres de pila, Javier y Guzmán, comparten fragmentos de la charla entre dos miembros del PSOE. A pesar del ruido del establecimiento, logran transmitir información que apunta a críticas hacia otros miembros del partido, como Santi y María, destacando que la agrupación de Pamplona había sido mal gestionada desde el principio.
Detalles de las conversaciones espiadas
Los colaboradores también mencionan a un tal Patxi, con quien Javier planeaba hablar en breve, y a otro individuo llamado Jorge, descrito como un «abuelo» con «pintas» singulares. En un momento de la grabación, García indaga sobre si se mencionó el nombre de Eduardo Madina, antiguo rival de Pedro Sánchez en las primarias del PSOE, recibiendo una respuesta negativa.
El audio revela que Javier tenía previsto asistir a una reunión del Comité Federal en Madrid y que Guzmán poseía información que podría «tumbar a todos». Este último indicó que enviaría dicho material a «Susana», sugiriendo que lo hiciera a través de su cuenta personal.
En un pasaje, se discute una suma de dinero, mencionando «400 o 40», aunque sin especificar más detalles. Cuando García inquiere si esto está relacionado con regiones como Andalucía, País Vasco, Navarra o Aragón, los colaboradores se muestran inciertos. Además, hay referencias a relaciones de «cuñadas» y varios «currículums», de los que tampoco logran aportar más información.
Implicaciones y reacciones
El tono de la conversación y la insistencia de García para obtener detalles adicionales subrayan un interés por conocer la dinámica interna del PSOE. Al final de la grabación, se escucha a Koldo García resumir a un interlocutor lo que le han contado sus ayudantes, afirmando que «todo está grabado, pero no se entiende». Este descubrimiento plantea serias interrogantes sobre las prácticas de espionaje en el ámbito político y podría tener repercusiones significativas en el partido.